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Santamaría: "No somos inferiores a nadie

José Emilio Santamaría, seleccionador nacional español, regresó ayer de Montevideo, donde ha presenciado los encuentros del Mundialito: «España no es inferior a nadie; de haber estado allí hubiéramos podido ser finalistas», comentó a su regreso. Sobre la selección campeona, Uruguay, en la que militó en su época de jugador, alabó su espíritu de lucha y su sentido colectivo, virtudes que en otros tiempos no tenía.

El Mundialito ha servido para devolver brillo a la selección uruguaya, «la celeste», que atesoró una leyenda de imbatible en otros tiempos, ganó el torneo olímpico de fútbol en los años 1924 y 1928, el primer Mundial disputado (y cuyo cincuentenario conmemoraba este Mundialito), en 1930, y el de 1950, en el que batió en la final a Brasil en el mismísimo Maracaná. En los de 1934 y 1938 no se presentó por no trasladarse a Europa a disputarlos. Al de 1954, en Suiza, se presentó con leyenda de invencible y con una gran selección, en la que figuraba Santamaría como defensa central. Cayeron en semifinales, tras prórroga, ante la colosal selección húngara de aquellos tiempos. Dos cabezazos de Kocsis tuvieron la culpa. Desde entonces hasta ahora la selección uruguaya había ido de mal en peor: «Ahora he visto un equipo que dejó de lado sus defectos, su individualismo, su falta de espíritu. He visto un gran sentido colectivo. He visto jugadores que renunciaban a la gambeta, al lucimiento, que apenas intervenían para devolver el balón a un toque, pero que ocupaban siempre la parcela precisa en el campo. Y he visto a un público entregado, entusiasmado. Ha sido emocionante para mí».El Mundialito tenía que reunir a las seis selecciones que han conquistado el título del mundo hasta ahora. Inglaterra rehusó la invitación y su plaza fue ofrecida a España. Pero la Federación también rechazó la oferta, y Finalmente fue invitada Holanda, subcampeona de las dos últimas ediciones. Cuando España renunció, Santamaría aún no era seleccionador: «A mí me hubiera gustado que España estuviera, porque siempre es bueno medirse con los mejores y comprobar que no somos tan malos como se dice y se cree. Hubiera sido una experiencia interesante. Tras ver lo que he visto en Montevideo estoy convencido de que España no es inferior a nadie. Sólo hay que curar el complejo de disparo a puerta. Pero con trabajo y motivación podemos estar ahí, con los mejores».

Viene muy bien impresionado de la selección alemana: «Fue extraño que se les escapara el partido ante Argentina en pocos minutos. Luego, ante Brasil, hicieron un gran primer tiempo, pero en el segundo los brasileños, tácticamente, les sorprendieron. Además quizá les faltó motivación. Piense que en este torneo el que perdía el ,primer partido ya no tenía nada que hacer. Argentina estuvo bien, con los mismos de 1978 más varios chicos interesantes, como Maradona, Díaz y Barbas. Brasil presentó un equipo técnica y físicamente muy completo, y además combativo. Italia y Holanda fueron quizá más con la intención de experimentar, aunque vi que Holanda en el segundo partido volvía a los hermanos Van der Kerkohf, lo que supone que no están aún convencidos de su renovación. Es una selección que parece andar a tientas».

Pese a que los dos finalistas fueron americanos, no se atreve a señalar una superioridad del fútbol suramericano: «Lo que sí es cierto es que parecen definitivamente desterrados los vicios que antes había en Suramérica. Ya no hay individualistas ni hombres cómodos. Los equipos suramericanos pelean y juegan colectivamente como los europeos. Pero también ha crecido el manejo del balón de éstos. Alemana e Italia han movido muy bien la pelota. Creo que hay igualdad entre los dos continentes, independientemente de los resultados».

Para él no hay un mejor jugador del mundo, un número uno: «Maradona es un chico de gran proyección, evidentemente, pero decir el mejor del mundo es muy difícil, porque éste es un juego colectivo». Celebra que llegaran a la final Brasil y Uruguay: «Brasil tiene tres títulos del mundo, y Uruguay, dos, más dos olímpicos. Este era un torneo de campeones y han llegado a la final los dos más campeones. En ese: sentido este torneo ha hecho justicia con la historia». Alaba el arbitraje de los dos españoles, Lamo Castillo y Guruceta: «Técnicamente estuvieron bien. Si a Guruceta se le ha criticado es porque los criterios son distintos en unos sitios que en otros, y a veces choca la interpretación que da el árbitro a unas jugadas. Pero estuvieron bien».

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