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Dominique Lapierre: "No estamos preparados para un terrorismo nuclear"

«¿Qué pasará cuando Gadafi tenga bombas atómicas y las pueda utilizar, como lo podrían haber hecho Bokassa o Idi Amin, como un arma de terrorismo nuclear?» Dominique Lapierre, autor junto con Larry Collins del libro El quinto jinete, del que en un año ya se han vendido más de tres millones de ejemplares, cree que no estamos preparados para afrontar las consecuencias de un terrorismo nuclear que podría tener el origen perfectamente en el dirigente libio. Se impone una revisión de todos los sistemas de protección civil. El periodista Dominique Lapierre ha expresado estos temores en Madrid, donde ha estado recientemente haciendo una segunda promoción de su último libro

Como prueba de que esta previsión y posibilidad de terrorismo nuclear es perfectamente realizable, Lapierre ha aportado la cita de una reciente entrevista concedida por el más alto dirigente libio a la revista alemana Stern. Tras preguntarle los enviados -especiales de la revista al coronel Gadafi si ha leído el pasaje de El quinto jinete en el que el dirigente libio esconde una bomba H en la ciudad de Nueva York y amenaza con destruir prácticamente toda la ciudad si Estados Unidos no obliga a Israel a evacuar los territorios árabes ocupados, Gadafi piensa unos momentos y dice: «Es una bonita historia». «¿Sólo una historia?», preguntan los periodistas. Entonces el hombre que un día se atrevió a amenazar a las grandes superpotencias sedientas de petróleo con la frase «Una palabra más y hago explotar al mundo entero», dice con cierto aire de diversión: «Si esto ocurriera de verdad algún día, ustedes, los de Stern, serían los responsables, porque me han hecho pensar en ello ».Dominique Lapierre, autor también con Collins de los éxitos de venta ¿Arde París? Oh, Jerusalén, Esta noche la libertad y O llevarás luto por mí, se defiende contra cualquier posible acusación que se les pueda achacar a ellos de dar ideas para la realización de un terrorismo macabro y planetario: «Nuestro objetivo no ha sido dar pistas para la organización de un terrorismo nuclear, sino el de alertar a los Gobiernos, sobre todo del mundo occidental, de los riesgos que comporta toda la industria nuclear y, sobre todo, cuando ésta se exporta a países como algunos de los ya citados. Se trata, en definitiva», dice Lapierre, «de evitar no ya que ciertos grupos terroristas de los que ya existen en el mundo utilicen armas atómicas, sino de que no las utilicen como arma terrorista ciertos Estados que ya poseen laboratorios completos y una logística muy precisa».

Reacciones y consecuencias

Cuando se ha cumplido un año de la publicación de El quinto jinete, una novela de ficción-realidad para la que Lapierre y Collins utilizaron ochocientos kilos de documentos, recorrieron alrededor del mundo 300.000 kilómetros y tardaron en pirepararla cuatro años, las reácciones más importantes y consecuen nas prácticas se han producido, sobre todo, en corporaciones municipales y en entidades de seguridad civil,Según una tendencia moderna incluida en la planificación de marketing de los éxitos de venta, el libro fue debatido en público, sobre todo en ambientes , municipales y de protección civil. Incluso el presidente,Carter se habría tomado en serio el argumento de El quinto jinete, puesto que la Casa Blanca ha mandado recientemente trescientos ejemplares del libro a los alcaldes de otras tantas ciudades americanas de más de 50.000 habitantes: Con el libro se adjuntaba la siguiente pregunta al alcalde: «¿Tiene usted preparado un plan de evacuación de emergencia de su ciudad en caso de que grupos de terroristas provoquen una operación de chantaje atómico contra su ciudad».

Otra medida federal que parece que se ha derivado de las tesis de El quinto jinete (aunque ha coincidido con el conflicto de los rehenes norteamericanos en la Embajada de Irán) es el hecho de que una comisión de la Cámara de los Representantes del Parlamento norteamericano realizará un censo de los estudiantes árabes inscritos actualmente en los departamentos de energía nuclear de las universidades americanas. De acuerdo con las informaciones de Lapierre y Collins, estos estudiantes serían más de 2.000, y muchos de ellos se pasaron de carreras humanísticas a técnicas.

Otra comisión federal se encargará de inspeccionar los muelles de Nueva York y saber en qué condiciones reales se podría desembarcar una bomba atómica de unos 6.000 barcos mercantes que anualmente llegan al puerto de Nueva York, y cómo introducirla en Estados Unidos a espaldas de las autoridades.

En cuanto al inspector de policía Angelo Rocchia, a quien los autores de El quinto jinete contrataron durante seis meses para hacerle buscar la supuesta bomba escondida en la ciudad de Nueva York, se ha convertido en el policía más célebre de América y posiblemente será uno de los protagonistas de la película que siete El quinto jinete está preparando Paramount, y que será dirigida por Milos Forman. En la película, en la que parece que intervendrán también Marlon Brando, Al Pacino y Faye Duneway, se van a invertir 30 millones de dólares, y Milos Forman ha pedido además un presupuesto especial para rodar escenas reales de evacuación de la ciudad de Nueva York.

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