El presidente del Supremo reconoce la ineficacia de un sector de la Administración judicial
Federico Carlos Sainz de Robles, presidente del Tribunal Supremo, reconoció ayer en Bilbao que la Administración de Justicia tiene mala imagen en nuestro país y que no es extraña a esa imagen la ineficacia de algunos sectores concretos de la misma. Sainz de Robles hizo estas manifestaciones en una conferencia de Prensa celebrada con motivo de su visita a la audiencia territorial de Bilbao.
Respecto al País Vasco subrayó la «entereza y alta moral de los funcionarios que sirven a la justicia en estas difíciles circunstancias», y consideró que el proyecto del Gobierno vasco de crear una escuela judicial propia no resolvería por sí mismo el problema de la falta de vocaciones para los distintos niveles funcionariales.
Preguntado sobre la posible relación entre la mala imagen de la justicia en Euskadi y la sospecha de una cierta tolerancia de algunos jueces para con las actividades de la extrema derecha, el presidente del Tribunal Supremo, tras señalar que el caso Hendaya no estaba cerrado, indicó que la condición de una justicia no mediatizada «es precisamente la independencia de los jueces, por lo que ante posibles decisiones incorrectas la solución no es la injerencia en tales decisiones, sino el acudir a una de las dos vías previstas: la del recurso y la de la responsabilidad».
Denuncias de torturas
Sobre las denuncias de presuntos casos de torturas, negó que hubiera pasividad judicial y atribuyó posibles retrasos en la resolución de las querellas presentadas al «lógico deseo de todo acusado, sea cual sea el delito imputado, a ejercer su derecho a eludir las pruebas o dificultar la investigación de las mismas».
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