Un grupo de corte radical y violento

El Frente Nacional de la Juventud (FNJ), organización ultraderechista de corte radical y violento, nace a finales del verano de 1978 como grupo escindido de Fuerza Joven, rama juvenil de Fuerza Nueva, y es legalizado, previa solicitud en el registro de asociaciones políticas, en noviembre de 1978, en acto firmado ante el notario de Madrid, José Antonio García Noblejas.Como integrantes de la junta promotora de la mencionada organización figuran en el Registro de Asociaciones Carlos de Aguinaga Manzanos, Joaquín López Martínez (subjefe nacional) y el fallecido Juan Ignacio González Ramírez (secretario general).

En sus estatutos, el Frente Nacional de la Juventud define como principios de la organización «la unidad de todos los jóvenes cuyo objetivo sea contribuir a la determinación de la política nacional y a la formación de la actividad política de los ciudadanos, así como promover su participación en las instituciones representativas de carácter político mediante la formulación de programas y apoyo de candidatos en las correspondientes elecciones, así como la realización de cualquier otra actividad dentro de la ley para el cumplimiento de aquellos fines».

La organización, con sede social en la madrileña calle de Claudio Coello, se definió públicamente, al poco tiempo, como un grupo de ideología nacional-sindicalista, inspirado en el pensamiento de José Antonio y desvinculada de Fuerza Nueva, partido del que se escindió por mostrarse en desacuerdo con su acercamiento al denominado pacto de la eurodestra, y considerar que esta organización había iniciado una política de «moderación».

Inicialmente contó con alrededor de cuatrocientos militantes, repartidos entre Madrid, Salamanca, Ciudad Real, Valladolid y La Coruña. Es común entre los seguidores de esta organización lucir camisa azul y boina negra.

En su corta historia, esta organización se ha caracterizado protagonizar diversos actos violentos y algunos de sus miembros han sido acusados por la policía de acciones como el asalto perpetrado el 26 de enero de 1979 a la facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, el asesinato del militante de Unión de Juventudes Comunistas (UJC), Andrés García, el 29 de abril del mismo año, y los disturbios protagonizados un mes después en las calles de Goya y de Velázquez, de la capital (ocho automóviles incendiados y treinta lunas de escaparate rotas) a raíz del atentado contra la cafetería California 47.

Con motivo del asalto a la facultad de Derecho, en el que se realizaron disparos con una pistola del nueve largo, la policía ocupó dos rifles del calibre veintidós (uno a nombre del fallecido Juan Ignacio González Ramírez y otro el de su compañero Joaquín López Martínez) y la pistola utilizada en el asalto por Abelardo Pons, comandante del grupo que intervino en los sucesos y miembro del Frente nacional de la juventud. En el asalto fue herido de bala un bedel y contusionados varios estudiantes.