Marco Panella pide a los terroristas vascos que deserten
Marco Panella, líder del Partido Radical italiano y diputado europeo en Estrasburgo, hizo ayer en Madrid un llamamiento «a los terroristas vascos para que deserten de su empresa de muerte y asesinato, con estructura militar y, por tanto, dictatorial».Panella se dirigió a unas quinientas personas durante más de una hora, antes de iniciar un coloquio sobre «el radicalismo y sus problemas en cualquier país», según dijo el político italiano, que desobedece la terminología de injerencia en los asuntos internos.
Contrario a las fórmulas nacionalistas y concentrando sus mayores ataques contra el sistema soviético, «cuya estructura de poder», dijo, « es idéntica al nazismo y al fascismo», Panella habló directamente del problema vasco y dijo que, al margen de las razones para la independencia de un pueblo y su derecho a expresarlo, se pregunta «para qué esa independencia, si el capitalismo acabaría por asentarse y sacar beneficio de este Estado independiente».
Su toma de posición a favor del pacifismo y la no violencia y el diálogo como forma de lucha contra las ideologías lo aplicó al tema anterior.
Sin embargo, es partidario de la descentralización y «antijacobino», impulsor de los autogobiernos autogestionados, «contrarios al Estado y su violencia». Este Estado que representa para él «la mentira del nacionalismo». «Recuerden», dijo, «que el socialismo está contra el nacionalismo». Panella y el partido radical practican la no violencia antimilitarista, están a favor de la objeción de conciencia y apoyan, también a los desertores de las fuerzas armadas.
Una sorpresa incontenida recorrió la sala cuando Panella se refirió a las personas que el pasado 23 de noviembre homenajearon al ex dictador español, Francisco Franco. «No podemos pensar que esas 350.000 personas son todas delincuentes de derechas, muchas tendrán problemas, habrán abortado en malas condiciones, desearían el divorcio, etcétera. Pero fueron a la manifestación porque tienen miedo. A todas estas personas les trataríamos de hablar y ayudar los radicales. Panella insistió en que tratar de arrinconar a esta multitud mediante sistemas como la creación de una liga antifascista, o cosa parecida, era la mejor manera de ayudar a que en los próximos años fueran muchos más: 500.000, 600.000 ó 700.000.
