Grave crisis de CC OO del metal en Pontevedra

En la unión provincial de CC OO de Pontevedra se ha abierto un conflicto de imprevisibles consecuencias, que ha dado como resultado una duplicidad de comisiones ejecutivas en el sindicato provincial del metal. La crisis se materializó a raíz del segundo congreso del metal, cuya celebración fue aplazada por la ejecutiva resultante del primer congreso, con sólo veinticuatro horas de antelación a la fecha prevista para su celebración, en base a presuntas irregularidades en el proceso congresual y en la elección de los delegados por fábricas y localidades para asistir al congreso.El día de la convocatoria, 67 delegados de los 150 que tendrían que haber sido elegidos -sólo se eligieron 99- decidieron rechazar la resolución de la ejecutiva y constituirse en congreso, rechazando también la propuesta de los representantes del sindicato nacional de Galicia, de la federación estatal del metal y de la unión provincial de CC OO, consistente en que el congreso se aplazase una semana, para que la comisión de credenciales resolviera las presuntas irregularidades.

La ejecutiva del primer congreso se negó después a admitir el resultado del segundo congreso del metal, declaró invalidado éste y consiguió que la ejecutiva provincial hiciese lo mismo, imponiéndose en una reunión posterior, a pesar de que esta resolución fue desautorizada por el secretario provincial.

Para resolver el conflicto el secretariado del sindicato nacional de Galicia de CC OO adoptó una resolución posterior, dando por válido el congreso del metal y, como consecuencia, dar por destituida a la ejecutiva saliente. Inmediatamente, los miembros de la ejecutiva provincial que votaron a favor de invalidar el congreso, emitieron un comunicado en el que afirmaban que el secretariado nacional no tiene competencias para resolver sobre la validez del congreso y que a la reunión de dicho secretariado no fue convocado uno de sus miembros, de modo que no reconoce la validez de la resolución del secretariado de Galicia.

Esta decisión de la ejecutiva saliente del metal puede provocar la aplicación de sanciones, que podrían llegar a expulsiones del sindicato, en el caso de que las decisiones fuesen desoídas.