Fuerte presión de los trabajadores británicos en los temas salariales

Las negociaciones salariales se encuentran en un momento crucial en Gran Bretaña. Ahí están los ejemplos de los bomberos y los empleados de Ford. Los trabajadores de British Rail, compañía de los ferrocarriles británicos, se oponen, por su parte, a los recortes en el presupuesto y servicios de su empresa.

Los bomberos decidirán el próximo 11 de diciembre si aceptan la oferta de un aumento salarial de un 18,8% (un 13% a partir del 7 de noviembre y un 5,8% suplementario a partir de abril). Sus líderes sindicales han aprobado esta cifra.Sin embargo, este resultado, al que se llegó tras una amenaza de huelga, podría llevar a otros empleados públicos a buscar aumentos salariales del mismo orden. Los conductores de ambulancias ya están reclamando un 20%, apoyados por el sindicato nacional de empleados públicos, que intenta que no se creen grandes diferencias en los salarios de sus miembros.

El Gobierno se mantiene firme en el límite de un 6% en el aumento de la cantidad de dinero puesta a la disposición de las autoridades locales, según indicó el ministro del Interior, William Whitelaw. Las autoridades locales deberán, pues, buscar otras fuentes de ingresos para financiar sus actividades. El sindicato de bomberos ha advertido ya que no aceptará despidos ni cambios en los métodos de trabajo que sirvan para recortar el presupuesto o aumentar la productividad.

El lunes habrá una respuesta a la oferta «final» de la dirección de Ford de un aumento salarial de un 9,6%. Hasta ahora, una mayoría de los trabajadores ha votado en contra, y otro gran problema está surgiendo en el horizonte. El líder del segundo mayor sindicato del país, el de los trabajadores de la ingeniería, ha amenazado con huelgas en Ford si la dirección no acepta reducir en una hora la semana de trabajo o se conceden más vacaciones pagadas.

Por otra parte, los trabajadores de British Rail están presionando, con amenazas de huelga, para que el Gobierno aumente el presupuesto de la compañía en cincuenta millones de libras (unos 9.000 millones de pesetas), pero éste mantiene que no dará más que los 920 millones anunciados. Con la Corporación Británica del Acero, British Rail es la empresa nacional que dispone de un mayor presupuesto.

Los sindicatos solicitan, además de este aumento en el presupuesto, una ayuda gubernamental para las líneas no rentables y para los fletes.