Lady Diana Spencer,
que ha ocupado las páginas de las revistas del corazón de todo el mundo en las pasadas semanas, volvió a ser el centro del cotilleo sentimental ayer, viernes, cuando preguntada, una vez más, si será ella la próxima reina de Gran Bretaña o, más en concreto, si el príncipe Carlos le había pedido en matrimonio, respondió que no podía responder ni sí, ni no, que no podía ni confirmar, ni desmentir. Los cronistas especializados han hecho hincapié en que la joven lady, ante la delicada pregunta, había enrojecido. Mientras, por su parte, el príncipe de Gales, actualmente de visita oficial en la India, ha protestado por el sensacionalismo de cierta Prensa inglesa. Le ha molestado especialmente el llamado affaire del tren, desmentido por la furiosa lady Diana, y según el cual, la joven aristócrata se habría encontrado secreta y nocturnamente con el heredero del trono en el tren real. En cualquier caso, ni uno ni otra han podido evitar que el affaire y el desmentido ocuparan las primeras páginas de todos los periódicos sensacionalistas de la isla.
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