La radiodifusión privada considera una intromisión la posibilidad de publicidad en RNE

La Asociación Nacional de Radiodifusión Privada considera como una «intromisión innecesaria» la posibilidad de que las emisoras de Radio Nacional de España (RNE) y las de Radio Cadena Española (RCE) se conviertan en emisoras publicitarias en virtud de las diferentes disposiciones legales en este sentido. La mencionada asociación estima que, de llevarse a cabo esa posibilidad contemplada por la ley, habría una clara situación de competencia irregular para las emisoras asociadas.

En un amplio comunicado difundido por la asociación se puntualiza,que las emisoras de RNE se reservaron en 1978 las mejores frecuencias y potencias disponibles para España, según la conferencia, internacional de Ginebra, en función de su, carácter público y no publicitario. «No defendemos ninguna situación de monopolio», dice la asociación, «porque en nuestro país existen más de doscientas emisoras de onda media y otras tantas de frecuencia modulada».El artículo segundo de la ley 4/1980, de 10 de enero, especifica que la financiación de las sociedades gestoras de RCE y RNE se realizará mediante subvenciones consignadas en los Presupuestos Generales del Estado e ingresos comerciales propios que, según aclara el artículo primero del Real Decreto 1.615/1980, serán de tipo publicitario. «Las emisoras privadas», continúa la nota, «sufrirán las consecuencias de una competencia planteada en términos de notoria desigualdad. RNE y RCE podrán administrar la aplicación de sus tarifas con la tranquilidad derivada de que, en todo caso, su explotación está respaldada con los fondos del Estado, incluidas las propias empresas privadas de radiodifusión, víctimas de tan anormal competencia y sin más recursos que los ingresos de su actividad comercial».

Caso de que las emisoras de RNE se transformaran en publicitarias, España será el único país de Europa occidental en el que el Estado explotara alguna cadena (en este caso dos) de tipo comercial en concurrencia con el sector privado. «Las empresas privadas de radiodifusión son titulares de concesiones otorgadas por el Estado, que ahora pretende erigirse en competidor, al que algunas de ellas han tenido que donar gratuitamente el 25% de su capital social».