Los principales líderes políticos, en la campaña de Andalucía

Se defendió de las críticas que se le hacen por no haber visitado el País Vasco. Distinguió en esta cuestión dos aspectos: no se niega a ir como presidente del Gobierno, pero sí como presidente del partido cuando se produce el asesinato de un miembro de UCD, por entender que ello encierra una discriminación para con las demás víctimas del terrorismo. Cuando se le preguntó por qué venía a Andalucía en un momento en el que nada importante le reclama, desde el punto de vista de partido ni desde el del Gobierno, afirmó que lo había hecho porque así se lo había solicitado su partido.Admitió que su liderazgo en UCD estaba siendo cuestionado, y dijo que reconocía el derecho que asiste a otros miembros de su partido a hacerlo, siempre que sea de los cauces estatutarios. Manifestó que no iba a hacer nada por impedir que en el segundo congreso de UCD se presentaran otras alternativas para la presidencia, pero que sí lucharía por su reelección. «Tuve un pasado, tengo un presente y aspiro a tener un futuro, aunque mis ambiciones de poder puede que ya no sean las mismas de otros tiernos», dijo. Todavía dentro de las cuestiones relativas a UCD, afirmó que estaba en contra del desdoblamiento del cargo de presidente del partido y presidente del Gobierno.

Se reafirmó nuevamente en su oposición al Gobierno de coalición con el PSOE y abogó por la conveniencia de agotar los períodos legislativos constitucionales sin anticipar las elecciones. Minimizó las sanciones impuestas recientemente a militares, y del informe Quintero sobre el golpe militar turco dijo que es obligación de todos los agregados inifitares transmitir a sus Gobiernos información sobre acontecimientos de interés registrados en el país en que se encuentran.

Sobre el estancamiento de las conversaciones sobre Gibraltar -rehusó relacionar el tema con la previsible entrada de España en la OTAN- responsabilizó al Gobierno británico de la no reapertura de la verja, ya que el tema está condicionado al réconocimiento de la reciprocidad de derecho de los ciudadanos, objetivo que no se ha cumplido. Eludió también una pregunta sobre los apresamientos pesqueros y lo que el Gobierno estaba dispuesto a hacer para evitarlos.

Finalmente, Adolfo Suárez dedicó unas palabras de elogio al papel jugado por el rey Juan Carlos, en el quinto aniversario de la instauración de la Monarquía, que se cumplía ayer. Calificó al Rey como un regalo de la Providencia para España.