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Pese al viaje a Madrid de Natali, las conversaciones para la adhesión española a la CEE siguen estancadas

Pese a la reciente visita oficial a Madrid, la semana pasada, del vicepresidente de la Comisión Europea, Lorenzo Natali, las negociaciones para la adhesión española a la Comunidad Económica Europea (CEE) continúan prácticamente en el mismo punto muerto en que entraron el pasado verano y, según han manifestado fuentes fidedignas a EL PAIS, el lento ritmo impuesto desde Bruselas no parece que experimentará alteración significativa en los próximos meses.

La visita de Natali a Madrid y su ronda de conversaciones con prácticamente todo el Gobierno español, apenas sirvió para establecer un endeble «acuerdo sobre el método» de negociación que por parte española se quería imprimir a las conversaciones. Con este acuerdo, que fuentes comunitarias de Bruselas califican de fórmula semántica, se pretendía institucionalizar un calendario de reuniones y contactos que, al menos, sirvieran para dar la impresión de que el proceso de negociación avanzaba por un camino positivo.Sin embargo, las fuentes consultadas estiman que las negociaciones siguen prácticamente interrumpidas sobre dos temas concretos -los capítulos de pesca y agricultura- y que, pese a la buena voluntad mostrada por el ministro español para las Relaciones con la CEE, Eduardo Punset, en sus esfuerzos para desbloquear la situación, las cuestiones de fondo planteadas por el presidente francés, Giscard d'Estaing, el pasado verano todavía obstaculizan un avance serio y efectivo en la negociación.

Aparte de la necesidad de que los nueve miembros de la CEE se pongan de acuerdo sobre sus propias políticas agrícola, pesquera y presupuestaria, uno de los obstáculos en la negociación en estos momentos es, asimismo, la falta de precisión y concisión de las propuestas españolas, según indican las fuentes consultadas. Estas señalan que la parte negociadora comunitaria considera que los documentos españoles, en algunos capítulos, son muy imprecisos, dejan muchos aspectos en el aire y podrían ser fuente de controversia posterior en su interpretación. Para los comunitarios, «la parte española está actuando así deliberadamente y obedeciendo a una actitud preconcebida».

Aunque con la llegada de Punset al ministerio de la Trinidad se ha notado un cierto cambio, al menos en las relaciones personales y psicológicas, no parece que esta nueva ofensiva española sea suficiente por sí sola para desbloquear una situación en la que, por otro lado, intervienen factores internos comunitarios. A este respecto, Lorenzo Natali llegó en Madrid al extremo de su autoridad, al anunciar que antes de unas semanas habrá nuevas propuestas comunitarias sobre agricultura, y en la segunda mitad de 1981, las definitivas sobre pesca. Estas negociaciones sobre temas agrícolas, sin embargo, se llevarán a cabo próximamente a nivel de suplentes, lo que da idea de la escasa profundización y avance en las conversaciones.

Polémica sobre fechas

Ante la ausencia de un acuerdo efectivo que permita realmente el desbloqueo de la negociación, durante los contactos mantenidos en Madrid la semana pasada hubo una insistencia poco disimulada sobre fechas y calendario por parte española. A este respecto, el ministro Punset no ocultaba su deseo de que el vicepresidente de la Comisión Europea hiciese alguna mención pública a la posibilidad de que España y la CEE puedan firmar, en el curso de 1982, el acuerdo de adhesión española a la Comunidad.

La baza política de la firma en 1982 parece ser, en este sentido, la principal ambición del equipo negociador español. La cercanía de las elecciones parlamentarias de 1983 y la necesidad de reafirmar ante el electorado español el firme compromiso europeo del Gobierno de UCD. serían los factores decisivos con los que estaría jugando el equipo negociador español en sus relaciones con Bruselas.

No obstante esta insistencia española. Lorenzo Natali apenas hizo referencias a fechas y calendarios, siendo muy ambiguo también en la cuestión de intercambio de documentos y propuestas. La única fecha que los informadores españoles pudieron sacar del vicepresidente de la Comisión Europea fue la del 1 de enero de 1984, nuevo tope EFE sugerido para la adhesión española a las Comunidades. Asimismo, Natali insistió en que el proceso negociador será «arduo y difícil».

En Bruselas, mientras tanto, se considera positivo y alentador el método ideado por Punset para ir, paso a paso, institucionalizan do las conversaciones y aceptan do el principio de que el proceso negociador va a estar sujeto a de bates y vaivenes dentro de la propia Comunidad. Dentro de esta estrategia se inscriben los viajes que el ministro para las Relaciones con la CEE ha emprendido por Europa esta semana, y que incluyen Gran Bretaña y Holanda. Al parecer, el nuevo ministro español confía obtener en las capitales propias de los nueve el desbloqueo de una situación que no parece venir vía Bruselas.

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