Un recluso y sus dos guardianes, secuestrados a punta de pistola

El recluso José Fernández Merino, de veinte años de edad, natural de una localidad palentina, pero avecindado desde hace años en el País Vasco, fue sacado, el domingo, del hospital de Palencia por dos personas, que se llevaron también a los dos policías nacionales que le custodiaban.

Una de las personas que llevó a cabo la acción fue identificada más tarde, al ser herida en un tobillo y detenida, como Juan Ignacio Quintana Montero. El recluso Fernández Merino estaba condenado a diez años de prisión. En principio, las autoridades descartan la motivación política de los hechos, según informó Europa Press.Según la versión oficial de los hechos, en la mañana del domingo, el delincuente común José Fernández Merino tuvo que ser trasladado al hospital provincial, después de que se autolesionara en la noche del sábado. Dos policías nacionales lo condujeron al centro sanitario, en una de cuyas salas quedó ingresado. Poco después, dos hombres correctamente vestidos se presentaron en la sala y se hicieron pasar por inspectores de policía. En un momento dado, encañonaron a los dos policías nacionales con una pistola del 9 largo y un revólver del calibre 32 y les desarmaron. A continuación esposaron a José Fernández para dar normalidad a la situación y salieron del hospital llevándose como rehenes a los dos policías.

Siempre según la versión oficial, los cinco subieron a un coche que había sido sustraído a un vecino de Palencia, a quien los autores del robo dijeron que era de ETA Militar y que si de nunciaba el hecho debería ate nerse a las consecuencias. En el vehículo se dirigieron hacia el País Vasco por la carretera nacional 620, Burgos-Portugal. A la altura de Puente Larra, de tuvieron un coche R-12, matrícula de Logroño 1581-A, a cuyo conductor encañonaron y al que, a continuación, metieron en el maletero del coche que traían desde Palencia. Reanudado el viaje, los dos policías nacionales aprovecharon un descuido de los secuestradores y se enfrentaron a ellos. El con ductor detuvo el vehículo y uno de los policías consiguió arre batar el arma a uno de los secuestradores, los cuales intentaron darse a la fuga. Uno de ellos fue alcanzado por un disparo en un tobillo, mientras el otro lograba huir, junto con el recluso.

Una dotación policial palentina recogió a los dos policías y al herido y los trasladó a Palencia, donde a Juan Ignacio Quintana le fue aplicada la ley Antiterrorista.