La OPEP estudia reunirse próximamente para analizar el impacto de la guerra en el mercado
Los ministros de Petróleo de los países árabes del golfo Pérsico productores de petróleo están estudiando la posibilidad, sugerida por Venezuela, de celebrar próximamente una reunión extraordinaria del consorcio petrolero para estudiar las «actuales condiciones del mercado», a la luz del conflicto armado entre Irán e Irak. La reunión, que, según fuentes kuwaitíes, se celebrarla en las próximas semanas, tendría por objetivo evitar una nueva explosión en los precios de los crudos, derivada, lógicamente, de la escasez de petróleo en el mercado por culpa de la suspensión de las exportaciones iraquíes e iraníes.
La urgencia de esta nueva reunión va en función del brutal recorte experimentado en la producción de petróleo por parte de la OPEP. Según la publicación especializada Petroleum Inteliligence Weekly, de: Nueva York, la producción de crudo OPEP fue, en agosto pasado, la más baja desde enero de 1976. En estos momentos, este bajo nivel de producción, estimada en agosto en 27,1 millones de barriles diarios, es casi un 20% más pequeña (concretamente, cuatro millones de barriles diarios menos), como consecuencia de la guerra en el golfo.En medios petroleros internacionales se considera que el descenso en la producción global de crudo por parte de los países OPEP (especialmente la ausencia en el mercado del crudo de Irak e Irán) puede originar graves trastornos a algunos países, especialmente a aquellos; como Francia, Brasil, Turquía, Japón, India, Grecia, Yugoslavia, e incluso España, que dependían fuertemente de ese crudo para su suministro habitual.
Aunque la mayor parte de estos países ha iniciado contactos urgentes con los países productores para diversificar la red de sus suministros, se da por descontado en dichos medios que el aumento marginal de la producción que algunos países del golfo ya han anunciado (véase cuadro adjunto) será insuficiente para satisfacer todas sus necesidades.
Esta es la opinión, al menos, de la prestigiosa revista Middle East Economic Survey, que, en su último número, hace un exhaustivo análisis de la producción normal de los trece países de la OPEP y de sus anunciados planes para incrementarla a raíz del conflicto en el golfo. Según esta revista, editada en Nicosia y vinculada al consorcio petrolero, el aumento de la producción decidido tras el inicio del conflicto hará que la oferta de crudo OPEP llegue a ser del orden de los 25,5 millones de barriles diarios para el cuarto trimestre del año.
Esta oferta será, en todo caso, insuficiente para satisfacer las necesidades mundiales de crudo, que, en su cálculo estimado, serán del orden de los veintiséis millones de barriles. De confirmarse estas estimaciones, el déficit diario en el mercado de crudo será de sólo 500.000 barriles diarios, cantidad que no es excesiva, pero sí suficiente para producir una ola especualtiva de incrementos en los precios del petróleo.
La convocatoria venezolana
En este contexto, la reunión extraordinaria de ministros de la OPEP solicitada por Venezuela reviste una importancia inusitada. De ser aceptada por los trece ministros restantes, y en el caso hipotético de que pueda celebrarse ante la probable ausencia de uno de los dos adversarios (Irán no quiere sentarse en la misma mesa que Irak), la convocatoria venezolana serviría para imponer un cierto orden en el mercado, aunque también habría que contar con la eventualidad de un nuevo aumento en los precios oficiales del crudo OPEP.
Teóricamente, los precios OPEP (fijados ahora a treinta dólares por barril para el crudo de 34 grados API) están congelados hasta la próxima conferencia ordinaria del consorcio, convocada el pasado septiembre, en Viena, para el mes de diciembre, en Bali (Indonesia). De celebrarse una reunión extraordinaria en las próximas semanas, no cabe duda de que un sector del consorcio (Libia, Argelia y quizá Nigeria) aprovecharía la ocasión para proponer unos nuevos precios, una vez que en Vlena, el pasado septiembre, ya manifestaron extraoficial mente su desacuerdo con ellos.
Próxima subida saudí
El descontento con esos precios también ha sido manifestado recientemente por los Emiratos Arabes Unidos. Uno de estos emiratos, Abu Dabi, incrementó hace quince días su precio oficial, de 29,91 a 31,92 dólares por barril. Aunque la subida no era especialmente importante, los rumores en torno a una subida similar a cargo de Arabia Saudí (cuyo crudo es de similar calidad) inundaron desde entonces el mercado. De producirse esta subida, ya efectiva en algunas entregas «marginales», las repercusiones sobre las facturas petroleras de muchos países (España entre ellos) sería muy importante.
En cualquier caso, los pr1ncipales países afectados por la suspensión de las exportaciones iraníes e iraquíes están, en estos momentos, mucho más procupados por el problema del suministro que por el precio.
A este respecto, el viaje de los Reyes de España al Extremo Oriente ha probado ser providencial para nuestros problemas. La visita a Kuwait junto a la escala técnica en Qatar y la inclusión de Indonesia, puede suponer para España un mayor suministro de petróleo procedente de estos países, en un momento en que nuestras compras en el extranjero (habitualmente de aproximadamente un millón de barriles diarios) se han visto reducidas en cerca de 250.000 barriles por día a causa del conflicto entre Irán e Irak.
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