A los seis meses del inicio de las elecciones sindicales es imposible la valoración de sus resultados
Las segundas elecciones sindicales de la democracia pueden equipararse, en cuanto a la confusión en torno a sus resultados, a las celebradas en 1978. A punto de cumplirse la primera semana del proceso electoral generalizado por acuerdo de las centrales, y una vez transcurridos seis meses de elecciones fragmentadas, al amparo de la normativa establecida en el Estatuto de los Trabajadores, la clarificación del equilibrio de fuerzas entre las distintas siglas no es posible.
El baile de resultados electorales, favorables siempre a la fuente que los proporciona, tan sólo podrá acabar con la proclamación oficial de los delegados obtenidos por cada una de las centrales, tarea encomendada al Instituto de Mediación, Arbitraje y Conciliación (IMAC), como organismo autónomo del Ministerio de Trabajo.Dicha proclamación oficial tendrá lugar una vez concluido el proceso electoral en marcha. Mientras tanto, el IMAC no facilita dato alguno, al menos de manera oficial, con el fin de no influir en la intención de voto de los trabajadores.
No obstante, EL PAIS ha tenido acceso a los primeros datos filtrados por las comisiones paritarias de seguimiento electoral, integradas por empresarios y centrales sindicales, en base a las actas depositadas en el IMAC.
En cualquier caso, la cuantificación definitiva de los resultados queda en manos del IMAC, al que corresponde la homologación de los mismos en base al visto bueno que le merezcan las actas remitidas por las mesas electorales. En esta valoración, por otra parte, un elemento fundamental a considerar por el IMAC es el período de celebración de las elecciones, ya que, en la práctica, los comicios se vienen celebrando desde el pasado mes de marzo, a raíz de la entrada en vigor del Estatuto de los Trabajadores y siguiendo la convocatoria, en cada caso, de la central sindical que contará, en principio, con mayores posibilidades de obtener ventaja sobre las demás.
En este sentido, el cuadro adjunto, en el que se recogen los resultados de las elecciones celebradas en la provincia de Madrid, de marzo a septiembre últimos, ofrece una clara ventaja de Comisiones Obreras sobre la Unión General de Trabajadores, lo que significa en la práctica que dichas elecciones, en su mayor parte, fueron convocadas por la central comunista en aquellas empresas en las que previamente contaba con mayoría para obtener mejores resultados que la central socialista.
La aplicación de esta misma práctica a la generalidad de las provincias arroja un balance positivo a favor de Comisiones Obreras frente a UGT en el conjunto de las elecciones celebradas hasta ahora, de acuerdo con las actas en poder del IMAC, no publicadas oficialmente.
De otra parte, otra constatación a la vista de los resultados de referencia, es el incremento registrado por las candidaturas de no afiliados, terminología esta que debe diferenciarse de la de independientes, en su mayor parte organizados en autocalificados sindicatos que apelan a esta característica para diferenciarse de la ideologización de las centrales de clase.
Aumento de no afiliados
Este incremento de los no afiliados supone, incluso, mayor número de delegados bajo este epígrafe que los correspondientes a UGT, segunda central tras Comisiones Obreras, y a enorme distancia de la Unión Sindical Obrera.En cuanto a los primeros datos contabilizados por las referidas comisiones paritarias de seguimiento electoral a nivel nacional, apenas si arrojan elementos suficientes para establecer una primera valoración de los comicios, toda vez que de los mismos faltan los correspondientes a 31 provincias, entre ellas algunas tan significativas como Madrid, Barcelona, Valencia y Tenerife.
Estos datos, distribuidos por sectores, arrojan una sensible ventaja de la Unión General de Trabajadores sobre Comisiones Obreras, centrales a las que siguen en esta contabilidad provisional los no afiliados, la Unión Sindical Obrera y el capítulo de varios, en el que se totalizan los delegados obtenidos por los diferentes sindicatos nacionalistas, en unos casos, y de las nacionalidades, en otros, además de aquellas siglas testimoniales como el Sindicato Unitario.
En este sentido, resulta significativa la ascensión que registran los sindicatos de las nacionalidades. Así, en la distribución por provincias de los datos de que se dispone hasta ahora por las comisiones paritarias de seguimiento electoral, destaca la presencia de la ING, en Galicia (54 delegados en La Coruña y 27 en Pontevedra), LAB y ELA-STV y ELA (a) en las provincias vascas, y los diferentes sindicatos nacionalistas en Canarias.
Grandes empresas
De las grandes empresas, consideradas éstas como las que cuentan con plantillas superiores a los quinientos trabajadores, en el IMAC tan sólo ha sido posible obtener las actas correspondientes a siete firmas, cuyas elecciones han tenido lugar desde el pasado día 15, fecha acordada por los sindicatos para la generalización de los comicios.Estas empresas son: Babcock & Wilcox, con una plantilla de 4.600 trabajadores, en la que UGT ha obtenido quince delegados, frente a los ocho de CC OO; cinco de ELA (a); tres de ELA-STV y dos de LAB. Marconi, con 3.220 trabajadores: UGT, trece delegados; CC 00, diez; UNT, tres, y PLO, uno. ENDASA, 2.500 trabajadores: CC OO ha obtenido trece delegados; UGT, seis; mandos intermedios, tres, y USO, uno. Enpetrol, con 2.643 trabajadores, excluidos los centros de Puertollano y Madrid: CC OO obtuvo catorce delegados; UGT, trece; no afiliados, seis; cuadros, seis, y FNT, cinco. Hijos de J. Barrera: CC OO, doce; UGT, ocho, e ING, tres. Andaluza de Piritas, con 733 trabajadores: CC OO, doce, y no afiliados, cinco.
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