Monseñor Dadaglio recibe la Gran Cruz de Carlos III
El ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, impuso ayer, en nombre del Rey, la Gran Cruz de Carlos III al hasta ahora nuncio de Su Santidad en España, monseñor Dadaglio.El acto se celebró en el palacio de Viana, donde, posteriormente, tuvo lugar un almuerzo. José Pedro Pérez-Llorca pronunció unas palabras antes del acto de la imposición, en las que señaló que «en un momento triste de la despedida del nuncio de Su Santidad es necesario indicar algunas de las notas que han caracterizado a monseñor Dadaglio: su capacidad de visión certera y sensibilidad humana para comprender el fenómeno español, sin cuya comprensión global es difícil acercarse a la complejidad social española; y el respeto profundo al acontecer político, respeto que ha estado lleno de comprensión».
Por su parte, monseñor Dadaglio manifestó que su etapa en España (trece años) ha coincidido con un período importante y difícil. «Mi objetivo», agregó, «fue desde el comienzo el de fomentar las buenas relaciones entre la Santa Sede y el Estado Español, fundadas en la mutua y cordial independencia. ¿Ese objetivo se ha conseguido? Será la opinión pública la que dará su juicio ».
Monseñor Dadaglio añadió: «Por mi parte, tengo la conciencia de haber puesto la mejor voluntad para actuar en el espíritu del Concilio Vaticano II y conforme al evangelio».
