Las nuevas técnicas revolucionan la escalada en roca

En la década de los setenta, la escalada en roca se ha visto completamente revolucionada por las nuevas técnicas venidas de Estados Unidos, tendentes a volver a la escalada libre, relegando totalmente a la clásica técnica artificial. Equipo, material, e, incluso, mentalidad, han cambiado y evolucionado de tal forma que se han llegado a crear especialidades diferentes, según el tipo de escalador y de la pared a escalar. Igualmente, esta nueva técnica aporta mayor seguridad al eliminar riesgos al montañero, y, además, se puede decir que es ecológica, ya que el nuevo material protege la roca de desgastes innecesarios.

En los últimos años, aquellos montañeros que se acercaban a una vía pertrechados con estribos, clavijas, maza, botas de cuero, buriles y ramplus, se están viendo desplazados a pasos agigantados por los jóvenes escaladores que en nada se parecen a los «clásicos», ya que han desterrado todo ese material para sustituirlo por los empotradores, fisureros, friends, pies de gato (nuevo tipo de bota en lona y goma), bolsas de magnesio, rollos de esparadrapo (para proteger las articulaciones de los dedos) y cepillos de raíces para limpiar de arena las presas. Incluso su indumentaria es diferente: los típicos cascos de escalada han sido sustituidos por los de espeleología, algo más ligeros y que les deja las orejas al aire, con lo cual ganan audición. Tampoco usan los clásicos pantalones bávaros, llevando los de un chándal o cortos.En definitiva, toda una nueva técnica que viene a eliminar la llamada escalada artificial, para pasar a practicar la auténtica escalada libre, dando todos los pasos sin elementos artificiales, ascendiendo con movimientos laterales y empleando planos verticales para sujetarse.

Esto se ha logrado por dos factores fundamentales, además de la técnica: la mentalidad y el moderno material.

Toda esta modernización ha dado lugar a verdaderas especializaciones que se dan, sobre todo, en EE UU y algunos puntos de Europa, como Inglaterra. Por tanto, la escalada se puede dividir en los siguientes tipos: boulderer (especialista en pequeños pasos o rocas, muy difíciles, para lo cual precisa de una concentración anterior muy próxima a las técnicas del yoga), free climbing (aquellos que practican solamente escalada en libre en paredes cortas, utilizando el material solamente para asegurarse y no para sujetarse, ascendiendo siempre con sus manos y pies); escalador (el que sube grandes paredes en roca con esta nueva técnica, pero que ante un problema, «todo vale»), y, por último, el alpinista o himalayista (aquél que se dedica a formar expediciones para atacar a un coloso; suelen ser buenos especialistas en escalada sobre hielo).