Carter apoya a Irán buscando la liberación de los rehenes norteamericanos

El presidente Carter abandonó ayer la posición de «estricta neutralidad» mantenida hasta ahora por Estados Unidos en la guerra del golfo Pérsico al condenar la «agresión» iraquí contra Irán. Esta declaración, unida a la llegada a Nueva York del primer ministro iraní, Alí Radjai, ha desatado en las últimas horas rumores insistentes sobre la próxima liberación de los 52 rehenes norteamericanos secuestrados en Irán desde el 4 de noviembre de 1979.

Los observadores señalan que la llegada a Estados Unidos de los cautivos, en plena campaña electoral, supondría un «gran regalo» del imán Jomeini para la aún problemática reelección de Carter, que, aunque recupera terreno perdido, sigue en los sondeos por detrás del candidato republicano a la Presidencia, Ronald Reagan.En un acto electoral en Nueva Jersey, Carter afirmó ayer que «Irán está siendo atacado por Irak, un país invasor, y la seguridad iraní está amenazada». El presidente precisó a continuación que EE UU se opondrá a toda tentativa de «desmembrar Irán». En otro mitin, en Pensilvania, Carter dijo que había enviado a Teherán una «misión secreta» para tratar del tema de los rehenes. El Gobierno de Teherán desmintió anoche el envío de tal misión y dijo que «nunca sería autorizada a entrar en el país».

Sin embargo, las declaraciones proiraníes de Carter provocaron satisfacción en la capital iraní. El fin del aislamiento internacional de Irán podría producirse si Radjai, que se encuentra desde esta madrugada en Nueva York para asistir a una reunión del Consejo de Seguridad sobre la guerra del golfo, acepta entrevistarse con el propio Carter. El presidente se ofreció anoche para ver al jefe del Gobierno iraní, a pesar de que éste había dicho que no hablará con las autoridades norteamericanas.

Una emisora de televisión de Chicago redobló las especulaciones al informar que un avión oficial estaba dispuesto para partir inmediatamente hacia Teherán y recoger a los rehenes, que habían sido reagrupados de nuevo en la Embajada norteamericana de la capital iraní, listos para ser devueltos a EE UU. A cambio de la libertad de los rehenes -según la emisora-, Estados Unidos entregaría a Irán cinco aviones llenos de piezas de recambio para las armas de fabricación americana que posee Teherán. Los especialistas militares estadounidenses creen que la situación iraní en el campo de batalla es dramática debido a la falta de repuestos para su armamento.

Aunque fuentes oficiales desmintieron esta información, el secretario de Estado, Edmund Muskie, sugirió que EE UU podría suministrar material militar a Irán silos rehenes son liberados. Muskie precisó a continuación que no hay negociaciones actualmente sobre un trato de este tipo.

La opinión de los analistas es que la guerra entre Irak e Irán ha reforzado la posición de los «moderados», representados por la figura de Banisadr.

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