Calvo Sotelo pide a la banca apoyo financiero para el programa de viviendas
El equipo económico del Gobierno, encabezado por el vicepresidente Leopoldo Calvo Sotelo, mantuvo el pasado martes un almuerzo de trabajo con los presidentes de los ocho principales bancos privados y de la Asociación Española de Banca. Calvo Sotelo aprovechó para solicitar el apoyo del sector bancario a la política de construcción de viviendas que el Gobierno quiere poner en práctica de forma inmediata, y cuya presentación podría producirse dentro de unos quince días.
Esta es la primera reunión colectiva que el nuevo responsable de la política económica mantiene con los dirigentes de los bancos, aunque a lo largo de estas últimas semanas se ha ido entrevistando individualmente con cada uno de ellos. Si bien el tema de la reforma del sistema financiero y la posible liberalización de los tipos de interés es el que más preocupa en estos momentos a los banqueros, en esta ocasión la cuestión básica abordada durante la mencionada reunión ha sido el programa de apoyo a la vivienda.Por parte del Gobierno estuvieron presentes en el almuerzo, además de Calvo Sotelo, el ministro de Economía y Comercio, García Díez, y el secretario general de la Vicepresidencia, Rodríguez Inciarte. Por parte de la banca estuvieron presentes los presidentes de la Asociación Española de Banca, así como los del Banesto, Central, Hispano Americano, Bilbao, Santander, Vizcaya, Popular y Exterior.
La reunión ha sido calificada de muy cordial por ambas partes. A lo largo de la misma, el terna casi monográfico de la conversación fue la búsqueda de fórmulas para hacer viable la financiación del próximo plan de viviendas. El Gobierno les ha pedido a los principales representantes del sector bancario una inversión de 210.000 millones de pesetas, a lo largo de los tres próximos años, para conceder créditos a los compradores de viviendas a unos tipos de interés sensiblemente inferiores a los del actual mercado libre y a un plazo no inferior a quince años.
El objetivo del programa de viviendas se cifra en la construcción de 270.000 de protección oficial, con un precio de venta del orden de dos millones y medio de pesetas cada una, a lo largo de los tres próximos años. Este programa se completaría con otras 70.000 viviendas de promoción pública a construir por el Instituto Nacional de la Vivienda (INV) en este mismo período de tiempo.
Crédito al comprador a quince años
Para el año próximo se ha fijado inicialmente como objetivo la construcción de 150.000 viviendas de protección oficial, más 30.000 a cargo del INV. La financiación de las 150.000 de protección oficial correría a cargo del Instituto de Crédito Oficial a través de las entidades oficiales de crédito (50.000 viviendas con una necesidad de financiación de 90.000 millones de pesetas), de las cajas de ahorros (60.000 viviendas y 110.000 millones de pesetas de financiación) y de la banca privada (40.000 viviendas con unas necesidades de financiación del orden de 70.000 millones de pesetas). Por lo que se refiere a la financiación oficial, el objetivo del Gobierno es suministrar un crédito a los compradores por importe de alrededor de 1,8 millones de pesetas por vivienda con un tipo de interés que podría estar en torno al 11 %, con quince años de aplazamiento, de los cuales los tres primeros serían de carencia. Los créditos suministrados por las cajas y por la banca deberían establecerse en las mismas condiciones, aunque las cajas sólo tienen el 40% de la inversión prevista calificable para sus coeficientes de inversión, mientras que el 60% restante tendría que ser crédito libre.En cuanto a la banca, los 70.000 millones de pesetas no son computables a efectos de coeficiente, por lo que inicialmente la concesión de tales créditos saldría a, tipos de mercado, lo que hace difícil, dado el actual coste del dinero, su colocación a los tipos de interés reducidos que se pretenden.
El problema parece residir, por tanto, en la búsqueda de una fórmula que permita rebajar el coste de la financiación suministrada a los compradores de viviendas para la totalidad de los créditos que concedería la banca y para, el 60% de la cifra que se ha adjudicado a las cajas de ahorro. Es decir, en total, unos 136.000 millones de pesetas. La fórmula que se ha estado barajando es la de una posible rebaja del tipo de interés de estos créditos mediante una subvención con cargo a los presupuestos, fórmula esta que encuentra algunas dificultades, debido a que el presupuesto del año, 1981 no contiene ninguna previsión sobre este tema. Parece ser que la parte que sería subvencionada estaría en torno a los tres puntos, lo que permitiría equiparar estos créditos de tipo libre con los que suministraría la banca oficial y las cajas de ahorro con cargo a sus coeficientes.
Aunque en la reunión no se llegó a ninguna propuesta concreta, ambas partes estudian en estos momentos la posibilidad de acercar sus puntos de vista sobre el tema.
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