La AFE, indecisa tras el acuerdo
La Asociación de Futbolistas Españoles se planteará el lunes, en reunión de su comisión ejecutiva, los pasos que seguirá para defender sus tesis respecto a la norma sub-20. Quino, presidente de la AFE, admitió ayer como un posible error la desconvocatoria anterior de la huelga, «en una nueva prueba de buena fe imposible ya de mantener».Del Bosque, internacional madridista y miembro de la comisión de futbolistas, se preguntaba ayer, indignado: «¿No hay nadie por encima de Porta que quiera arreglar de verdad esto?». A la AFE se la ha colocado entre su supervivencia y la huelga.
Los futbolistas mantuvieron hasta ayer una posición de desmesurado optimismo ante la asamblea. Aguardaban dos soluciones para llegar a un acuerdo válido. La primera consistía en que la asamblea debatiera la normativa sobre los sub-20, lo que no ocurrió. La segunda era la creación de una comisión mixta, pero con carácter decisorio, que pudiera concretar acuerdos en breve plazo. Tampoco se aprobó.
«Cabrera», declaró Quino a EL PAIS, «se ha hartado de decir una y otra vez en la asamblea que, si la norma es buena, carece de lógica su obligatoriedad. Porta ha matizado muchas de las intervenciones, ha dirigido, ha expuesto sus criterios sin venir a cuento, pero de esto no ha dicho nada. Además, tampoco estaba en el orden del día lo que hizo posteriormente a la negativa a una comisión con carácter decisorio, y es votar para una permanente, algo que ya existe y no sirve para nada».
Del Bosque, por su parte, estuvo informado de lo que ocurrió en la asamblea, aunque no asistió a la misma. «Nos empujan a la huelga, ya me lo temía. Porta hace lo que quiere». Para añadir, en tono casi suplicante, a las autoridades deportivas: «¿No hay nadie que pueda impedir estos manejos? Si es que dejan a un lado el fondo real de los temas y se pierden en cuestiones burocráticas y reglamentarias. Así es imposible tener buena fe».
La comisión ejecutiva de los futbolistas se reunirá el lunes. Forman parte de la misma Quino, Del Bosque, Movilla, Amorrortu, Alfonso y Gilabert. Existe el convencimiento entre los miembros representativos de los futbolistas de que «esta nueva táctica dilatoria hasta el infinito busca perjudicar a la AFE, ponerla entre la espada y la pared». Cabrera Bazán, asesor jurídico de los futbolistas, señaló, por su parte, que «la AFE es un contrapoder y, desde que ganó la batalla jurídica de la primera huelga, parece evidente que sería bueno cargarse a este contrapoder».
La incógnita se abre ahora en torno a la reacción que definitivamente adopten los futbolistas. En principio, cabe para ellos la posibilidad de recurrir a los tribunales ordinarios de justicia, argumentando la nulidad de una normativa que limita una cuestión profesional por razones de edad. La segunda vía vuelve a estar en la convocatoria de una huelga que, según Quino, «no se debió desconvocar». Esta posibilidad, sin embargo, podría jugar en contra de los propios futbolistas. Al formularle esta observación, Quino manifestó que «la AFE es absolutamente necesaria y, no va a desaparecer porque fracase una huelga. Los actuales directivos dimitiríamos y los propios jugadores elegirían a otros».
