Boskov: "La Prensa provoca problemas al Madrid"

Vujadin Boskov afirmó ayer que «la Prensa provoca siempre problemas al Madrid». El técnico yugoslavo se mostró muy disgustado con las últimas críticas recibidas por el juego de su equipo, reiteró más de una vez lo de la provocación de los medios informativos, que «buscan disculpas a los triunfos y agravan las derrotas», y aseguró asimismo que esta opinión era compartida, en líneas generales, por la plantilla de jugadores.

El entrenador madridista realizó estas declaraciones al término del entrenamiento de ayer, tras el que se lanzó, con su habitual vehemencia, a expresar sus criterios sobre las últimas derrotas. «No estoy preocupado. El equipo perdió con ganar en Barcelona. Y yo valgo lo mismo como entrenador el año pasado que ahora. El señor Boskov es igual con títulos que con dos derrotas. Hay que pedir paciencia a los aficionados y a los periodistas, especialmente a estos últimos. La afición seguía por lo que lee o lo que oye. Y la Prensa quiere vender más y provoca problemas al Madrid siempre. Se critica todo».No hacía falta interrumpir al técnico. Estaba en racha, y prosiguió: «Logramos un histórico resultado sobre el Athlétic, y se dijo que eran unos "muertos". Se ganó por vez primera en el campo del Almería, cosa que nadie había logrado en varios años, y se señaló que era un equipo malo de provincias. Se marcan cuatro goles al Murcia, y se dice y escribe que el Madrid jugó desastroso. Y se le meten cinco al Limerick, y todo el mundo afirma que son unos fontaneros o taxistas».

Preguntado posteriormente sobre si era esta también la opinión de los jugadores, Boskov dijo que «la plantilla, en general piensa como el mister. Los triunfos no se valoran, porque siempre se dice que los rivales dan facilidades». Boskov señaló posteriormente que sólo le había preocupado la apatía y comodidad de su equipo en Sevilla, que la derrota ante el Español fue sólo producto de la mala suerte, y que incluso la rotunda victoria (7-1) sobre el Athlétic había perjudicado a sus jugadores. Boskov olvidó ayer que él mismo calificó como de «pésimo encuentro» no sólo el de Sevilla, sino también el partido de ida frente al Limerick irlandés.

Testigos de las manifestaciones de Boskov fueron, además de EL PAIS, El Imparcial y Radio España, un directivo, Luis Miguel Beneyto, que intentó quitar hierro a las afirmaciones del preparador, asegurando en conversación aparte que la intención de éste no había sido la producida. Por su parte, Luis de Carlos, presidente, se mostró en principio sorprendido cuando se le preguntó su opinión. «Tengo que hablar con él; en fin, no sé, supongo que no se referiría a la Prensa en general. Personalmente no pienso esto de ninguna forma. El entrenador tiene su mentalidad y posiblemente piense que la Prensa presiona al Madrid. Puedo asegurarle que no hemos cambiado impresiones sobre este tema en ningún momento».

De Carlos matizó luego que él personalmente admite «la crítica constructiva, porque es beneficiosa y hay que decir la verdad, aunque todos sabemos que hay también otras destructivas por parte de algunos. El fútbol está necesitado de comprensión. No pido árnica, pero sí objetividad, que se digan las cosas como son, y que, si sejuega mal, se afirme con claridad, por supuesto».

Algunos jugadores de la plantilla, consultados por EL PAIS, matizaron también el tema. En el fondo parece existir una cierta disconformidad con las críticas recibidas en algunos partidos que acabaron con victoria madridista. Así, Santillana señaló que «quizá se acusen más los defectos, pero yo esto lo veo ya lógico. Llevo diez años en el equipo y, por experiencia, comprendo que lo que ocurra en el Madrid o en el Barcelona se publica con más amplitud que lo de otros clubes. A nivel de jugadores, en este sentido sí se producen los lógicos comentarios contra algunas opiniones, pero no más que otros años». Por su parte, Del Bosque ratificó en términos similares esta opinión, admitió como justas las críticas por el partido de Sevilla y confirmó en cierto modo el malestar de los jugadores por calificar de desastrosas actuaciones del Madrid que acabaron en triunfo.