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Craxi, reelegido secretario general del PS italiano

Benedetto Craxi fue reelegido secretario del Partido Socialista italiano (PSI) a última hora del viernes. La reelección fue obtenida por veintitrés votos a favor y diez en blanco, mientras tres miembros de la directiva del PSI (el propio Craxi entre ellos) no participaron en la votación.El pasado miércoles, Craxi presentó su dimisión y obligó a hacer lo mismo a toda la ejecutiva del partido, una maniobra que le ha permitido neutralizar el poder del ala izquierda en la dirección.

La izquierda acusó al secretario general de dividir al partido en dos, rompiendo el acuerdo del congreso de Turín, celebrado hace dos años y medio, pero durante los debates del Comité Central quedaron bien patentes las diferencias entre una y otra líneas.

Para el sector minoritario del partido, Craxi está «aislando» al PSI, hace cada vez más difícil la relación con los comunistas y ha procedido a una verdadera «depuración» para restar fuerza a las críticas e iniciativas de la izquierda.

Pero el secretario general, con la seguridad que le da el apoyo de dos tercios de la dirección, ha planteado su salida a la crisis con la siguiente alternativa: o se reconstituye la coalición de socialistas, Democracia Cristiana y republicanos o se corre el riesgo de ir a elecciones anticipadas.

«Yo, que normalmente soy optimista», dijo Craxi ante el Comité Central, «no escondo en este momento un cierto pesimismo sobre la posibilidad de dar a la crisis una solución satisfactoria para todos ( ... ), las cosas no son tan simples como parece verlas el encargado de la formación del Gobierno».

Esta observación se interpreta hoy como una advertencia a Arnaldo Forlani, que el próximo lunes iniciará la habitual ronda de consultas y al que algunos atribuyen el propósito de ampliar la coalición con socialdemócratas y liberales.

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El secretario general del PSI parece dispuesto a que su partido continúe siendo el «eje de la balanza» y no quiere compartir protagonismos con nadie, entre otras cosas porque el propio Craxi no ha renunciado a su aspiración de ocupar el cargo de primer ministro.

A los comunistas, Craxi reprochó su dura oposición al Gobierno de Cossiga. «Todo lo que era aceptable», dijo, «con un monocolor DC se convirtió en diabólico en un Gobierno con participación socialista ».

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