ETApm reivindica la muerte del dirigente de UCD de Alava
El cadáver de José Ignacio Ustarán Ramírez, de 41 años, miembro del comité ejecutivo de UCD de Alava, que apareció dentro de su propio automóvil a últimas horas del lunes, en el centro de Vitoria, fue colocado ayer, por la mañana, en la capilla del hospital Santiago Apóstol, donde permanecerá hasta la hora del funeral, que tendrá lugar esta mañana en la parroquia de San Mateo, de la capital alavesa. El entierro se celebrará a las 9.30 horas en el cementerio de Santa Isabel, de esta ciudad. ETA Político-militar se responsabilizó del atentado por medio de llamadas a medios informativos de Bilbao.
Ayer no se conocían aún las circunstancias en las que fue asesinado José Ignacio Ustarán, aunque es seguro que tuvo que ser en una zona desierta de los extrarradios de Vitoria. Los hechos se iniciaron a las nueve de la noche, cuando una joven llamó a la puerta del piso donde residía la víctima, en la avenida de Gasteiz. Tras mostrar una caja que llevaban, entraron en la vivienda y obligaron a Ustarán a tenderse en el suelo. A continuación condujeron a Rosario Muela y a los cuatro hijos del matrimonio a una habitación.La esposa y concejala centrista preguntó qué iban a hacer con su marido. Uno de los jóvenes contestó que debían hablar y que luego decidirían. También procedieron en ese momento a cortar el teléfono y advirtieron a la señora Ustarán que no avisara a la policía hasta las doce de la noche. Pasados diez minutos, Rosario abrió la puerta de la dependencia donde estaba recluida y comprobó que los tres jóvenes hablan desaparecido y se habían llevado a su esposo. No se conocen los hechos ocurridos hasta las diez y, media de la noche, hora en que el Talbot VI-5514-E, propiedad del fallecido, aparece en el acceso a un aparcamiento existente bajo el edificio donde está la sede de UCD. Uno de los usuarios del estacionamiento, al ver que el turismo obstruía el paso y encontrándolo abierto, lo apartó a empujones, sin advertir que en su parte trasera estaba el cadáver de la víctima. Fue poco después cuando, al observar que había una persona dentro del coche, que permanecía parado en doble fila, vio el cuerpo sin vida. Este presentaba dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en la espalda, sin que se encontraran casquillos en el turismo.
José Ignacio Ustarán trabajaba en una empresa y era perito industrial. También realizaba labores de tasador de coches. Sus vinculaciones con la ciudad eran intensas, y se da la circunstancia de que un hermano suyo y su padre son militantes destacados del PNV y otro hermano es, al parecer, simpatizante de la izquierda abertzale.
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