Santiago Carrillo minimiza los problemas del PCE

En un largo mitin de 85 minutos de duración, el secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, dedicó especial atención al paro, las autonomías y, al proyectado ingreso de España en la OTAN -como problemas nacionales de mayor entidad-, y a la guerra de Irán e Irak y la Conferencia de Madrid -entre los temas internacionales-. Sin embargo, se refirió muy someramente y en tono humorístico-evasivo a la situación interna de su partido: «Aquí no hay bandas, aunque sí tendencias», sentenció, y afirmó que su sucesión todavía no estaba abierta. El descenso de la militancia no fue objeto de comentario. La intervención de Carrillo se produjo ante varios miles de personas en el acto de clausura de la fiesta del PCE, celebrada durante el fin de semana en la Casa de Campo, de Madrid.

Los miembros del comité ejecutivo permanecieron sentados detrás de Carrillo durante todo el tiempo que éste habló. La subida de Ramón Tamames al escenario arrancó fuertes aplausos de los militantes, hasta el punto de que al Final un importante sector pidió a gritos unas palabras de Tamames. Sin embargo, solamente hablaron al principio del acto el poeta Rafael i Alberti -que recitó sus Coplas de Juan Panadero- y Simón Sánchez Montero, para saludar a los asistentes.Para Santiago Carrillo, los problemas nacionales se resumen en el paro y en la necesidad de dar autonomía plena a cada una de las regiones, «porque todos los demás problemas dependen del tratamiento que se les dé a estos dos. Parece que esto también le preocupa a UCD, aunque las soluciones que da el partido del Gobierno no sirven. Han reconocido que por medio de la inversión pública se crearán puestos de trabajo, pero ellos quieren buscar dinero donde no lo hay: en la clase trabajadora; y por eso, con este Gobierno no se verán los resultados del plan».

En el tema de las autonomías, habló de los casos de Andalucía y Galicia, para pasar a reclamar un Estado federal. «La fórmula pactada por UCID y el PSA es inconstitucional. Es un acuerdo sucio hecho con un partido, el PSA, que es una filial de UCD. Como nosotros defendimos desde el principio, la autonomía andaluza tiene que hacerse por el artículo 151 ». Respecto a lo ocurrido con el Estatuto de Galicia, dijo que era producto de turbias maniobras del caciquismo local.

La entrada de España en la OTAN consumió gran parte del discurso de Carrillo. Tras manifestarse en contra, pidió la disolución de los bloques militares y la supresión de las bases. «Nuestra entrada en la OTAN supondría una ruptura del equilibrio estratégico del continente y recortaría nuestra independencia». Después se refirió a la necesidad de la desnuclearización de Europa, «porque no podemos ser el sudario de la sombrilla atómica de los americanos», y pidió menos presupuesto para armamento y más para la investigación.

La crisis en el seno del partido la abordó intentando dar unos toques humorísticos al tema, que no parecieron llegar a los asistentes. «Es cierto que tenemos problemas», reconoció, «peno los otros partidos tienen más, porque aquí nadie va a encontrar solitarios de la Moncloa o fontaneros. Tampoco es esto un acuario y por eso no hay delfines, ni sardinas, ni pescadillas. Cuando yo me retire, habrá muchos que podrán ser unos perfectos secretarios generales; pero, mientras, ninguno de los muchos líderes con que cuenta nuestro partido se ponen la zancadilla entre sí».

Las relaciones con otros partidos comunistas las abordó para decir: «Hay que superar las barreras existentes dentro del propio movimiento comunista. Nosotros no somos seguidores de nadie, pero queremos tener buenas relaciones con todos, y prueba de eso es la presencia de la delegación china en la Fiesta, aunque mantengarrios diferentes puntos de vista».

(Más información sobre la fiesta del PCE en página 24)