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Indignación en San Blas por la doble violación de una menor

El País

La doble violación de una chica de catorce años, cometida por dos hombres jóvenes, a primera hora de la noche de ayer, en un descampado próximo al canódromo de San Blas, provocó una dura reacción vecinal, consistente en golpear hasta dejar malheridos a los dos violadores e incluso a uno de los policías que acudieron a detenerlos. Durante más de dos horas, el tráfico fue interrumpido por unas trescientas personas en la calle de Longares, en protesta por lo ocurrido.

Según relataron a EL PAÍS algunos de los centenares de vecinos que hacia las once de la noche, y bajo una fuerte lluvia, permanecían concentrados en medio de la calle de Longares, el suceso se produjo alrededor de las nueve de la noche. A esa hora, dos chicas -ninguna mayor de quince años- salían de la estación de Metro de Las Musas y, al pasar por el descampado oscuro que hay que atravesar para llegar a las casas -no más de doscientos metros-, fueron asaltadas por dos hombres de unos veinticinco años.En medio del forcejeo, una de las chicas pudo escapar corriendo y pedir auxilio. La otra fue arrastrada por los dos hombres y, tal como atestiguaron numerosos vecinos, fue violada por ambos, según confesarla ella después.

Los gritos de la chica que pudo escapar -descalza, sin el bolso y aterrada- alertaron rápidamente a muchos vecinos, que, dada la hora, estaban por los bares de la zona e incluso en sus domicilios.

En plena carrera consiguieron coger a los dos violadores, todavía en calzoncillos y sin tiempo de ponerse los pantalones, sobre los que cayeron una veintena de vecinos, dándoles innumerables golpes. Al menos, cinco coches de la Policía Nacional tipo Zeta llegaron junto al canódromo, avisados telefónicamente por una vecina, y detuvieron a los dos violadores. Pese a la presencia de los agentes, los vecinos intentaban proseguir la paliza, e incluso alguno alcanzó a un policía, que cayó al suelo y permaneció mareado durante más de cinco minutos.

Una vez que la policía partió, llevándose consigo a los dos detenidos, y ante el alto número de personas congregadas en el descampado, los vecinos acordaron cortar la calle de Longares, en señal de protesta por lo ocurrido.

La indignación de todos los concentrados era notable. «Si nos dejan, los colgamos», «Podrían ser hijas mías, y si me dejan, los mato», eran frases gritadas por muchos de ellos. Los que habían estado al principio de lo ocurrido anunciaron que una comisión vecinal se encargaría de castigar a los culpables, aunque no llegaron a detallar de qué forma. «En vez de tanto discurso televisivo», gritaba una mujer, que aseguraba ser pariente de la niña violada, «lo que tendrían que hacer es mandar a sus hijas a estos barrios, y ver que en cuanto anochece no se puede salir, porque las pandillas se aprovechan de que el ayuntamiento no se acuerda de nosotros ni para poner luz, y esto es la ley que marcan los delincuentes».

A esas horas, la chica violada había sido ya reconocida por un médico, mientras que la otra se encontraba en su casa, intentando tranquilizarse y olvidar lo sucedido.

Detenido un atracador que mató a otro en un "ajuste de cuentas"

Francisco José Bengoa, de diecinueve años, es el presunto autor de la muerte de José Ramón Ledesma, de veinticinco, con quien habla cometido un atraco a una gasolinera de la calle de Ofelia Nieto segundos antes de disparar contra él. Los hechos sucedieron el 9 de agosto pasado, sobre las cuatro de la tarde. Dos hombres encapuchados, a quienes aguardaba un tercero al volante de un automóvil, se habían apoderado de 3.000 pesetas en el establecimiento a punta de pistola. Cuando huían en el coche sonaron tres disparos y, a continuación, Ledesma, mortalmente herido, fue lanzado a la calzada.

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