Dos calles de Argüelles serán dedicadas al transporte público

Las calles de Blasco de Garay y de Fernando el Católico, ubicadas en el barrio de Argüelles, pueden dedicarse al uso exclusivo del transporte público antes del próximo mes de enero. La medida, que aún está en estudio, y que incluso podría recomendar el cambio de las citadas calles por otras, tiene como objetivo lograr una mejor velocidad comercial en la zona congestionada como la de Argüelles, tal como hace meses se hizo con la calle de la Magdalena, en la céntrica zona madrileña de Tirso de Molina.El acondicionamiento de esta calles producirá, en caso de que sean elegidas definitivamente modificaciones en algunas líneas de autobuses, cuyo tráfico se canalizaría por allí. Al parecer, la elección se debe a que la zona es recorrida por un gran número de taxis, que se encuentran con retenciones de circulación.

Según los primeros estudios, el tráfico privado no se vería afectado excesivamente, ya que incluso las calles paralelas, que apenas serían utilizadas por el transporte público, permitirían una mayor velocidad de circulación.

Tampoco los vecinos de las calles designadas sufrirían los efectos de esta decisión municipal, ya que se habilitaría un carril para que los residentes pudieran llegar con sus vehículos hasta los garajes de las viviendas. Los que no tuvieran plazas de garaje en su finca podrían utilizar las plazas de bordillo que se crearían en las calles cercanas, una vez que de ellas fuera suprimido el carril bus.

Cambio de direcciones

Además de la zona de Argüelles, otros distritos de la capital sufrirán modificaciones en la circulación. El primer distrito en el que se piensa actuar será Vallecas, donde algunas calles pasarán de ser de doble sentido a calles de sentido único, con el fin de lograr una mejora en la fluidez del tráfico de la zona.A continuación, y según los planes municipales, se estudiarán todos los distritos de Madrid para ver si el cambio de señalización de algunas calles puede aliviar su circulación. Esto no supone una disminución de la señalización existente, -excesiva, según algunas opiniones-, sino un cambio de la misma para conseguir mejores resultados.