Suárez podría plantear ante el Parlamento la cuestión de confianza

El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, intensificó ayer las gestiones para establecer un pacto de legislatura con la Minoría Catalana, que podría ser también suscrito por Coalición Democrática (CD), aunque los problemas que la inclusión de CD en el acuerdo suscitarían en Convergencia Democrática y en la propia Unión de Centro Democrático (UCD) podrían hacer abandonar el proyecto. El Gobierno Suárez seguirá siendo monocolor y espera salir holgadamente respaldado de la votación de la cuestión de confianza que el líder centrista podría plantear el día 16. Suárez recibió ayer, a última hora de la tarde, en la Moncloa, al portavoz de la Minoría Catalana, Miguel Roca, con el que sostuvo una entrevista de dos horas de duración. Esta es la segunda que en el curso de la presente semana celebra el presidente del Ejecutivo con el dirigente centrista catalán. Otra persona que acudió ayer al despacho de Suárez fue Arias Salgado.

Después de calcular cuidadosamente todas las posibilidades de pactos o de apoyos gubernamentales o parlamentarios, Adolfo Suárez ha llegado a la conclusión de que sólo mediante el acuerdo con Minoría Catalana Y, eventualmente, con CD puede obtener un número de votos suficiente en el Parlamento para contrarrestar el efecto político producido el pasado mes de mayo por la votación de la moción de censura socialista.El problema residía ayer y continuará hoy -según fuentes solventes próximas al presidente, a pesar del riguroso pacto de silencio impuesto a sus colaboradores- en la forma de establecer el acuerdo. El documento con Convergencia ofrecía ya unas dificultades específicas, por cuanto Jordi Pujol, aun cuando está decidido a fortalecer el Gobierno Suárez, desea que el pacto sea «lo más tácito y lo menos explícito posible». Según fuentes catalanas próximas a Convergencia, Miguel Roca -que no es cierto que se limitara el martes último a escuchar a Suárez- juega el papel de poner en Madrid las máximas dificultades al acuerdo, que él personalmente desea, con objeto de que Adolfo Suárez presione telefónicamente a Jordi PuJol, a fin de que éste ensanche el contenido del pacto.

Alarma catalana ante CD

Al margen de estos maquiavelismos, parece seguro, según las mismas fuentes, que el, comité ejecutivo de Convergencia no se reunirá en lo que queda de semana. El anuncio de que Coalición Democrática podría entrar también en el acuerdo ha hecho cundir la alarma en las filas de Convergencia, cuyos dirigentes ahora se esfuerzan en que los perfiles del documento en el que se concretará el pacto no resulten afectados. Las bases del documento no son discutidas ya por Convergencia, y sólo se trata de perfilar los detalles, operación encomendada a José Pedro Pérez-Llorca y Miguel Roca.

El probable aplazamiento del viaje de Adolfo Suárez a América Latina, previsto para la semana próxima, no fue confirmado a EL PAÍS por la Oficina de Información Diplomática, donde aseguraron que se continuaba preparando la visita. Sin embargo, fuentes gubernamentales confirmaron la decisión de aplazarlo, si bien añadieron que sólo será comunicado oficialmente en el último momento.

El presidente Suárez dedicará gran parte de la semana próxima a preparar el debate del día 16. La reciente entrevista con el profesor Enrique Fuentes Quintana no tiene relación con una eventual participación en el Gobierno, sino con el asesoramiento que, tanto él como el profesor Angel Rojo, han prestado al presidente en la preparación de la parte económica del documento que presentará ante el Congreso.

En todo caso, subsisten dudas en la Moncloa sobre el planteamiento del debate como. cuestión de confianza o como mera comunicacióndel Gobierno. Las ventajas de uso de un instrumento constitucional que contrarrestaría el efecto producido por la moción de censura, una vez que la votación holgada estuviera asegurada, tiene como in conveniente que Adolfo Suárez podría ser forzado por la oposición a someterse a un examen del candidato similar al que tuvo que padecer Felipe González, como candidato a presidente del Gobierno, con motivo de la moción de censura constructiva.

Lista de Gobierno

Mientras se perfecciona el pacto, en los círculos políticos se inició anoche la información sobre listas del nuevo Gabinete, si bien no todos los miembros coinciden y, en ningún caso, los protagonistas de las listas confirmaron la noticia.

La lista más solvente, procedente de fuentes centristas del Senado, que ayer celebró la primera reunión plenaria del período de sesiones, apunta a los siguientes cambios: en la vicepresidencia económica, Leopoldo Calvo Sotelo; Rodolfo Martín Villa ocuparía Administración Territorial, probablemente con rango de vicepresidente tercero; José Pedro Pérez Llorca pasaría a ministro para las Relaciones con las Comunidades Europeas; Francisco Fernández Ordóñez, ministro de Justicia; Juan Antonio Ortega y Díaz-Ambrona, ministro de Educación (se amortizaría su actual cargo de ministro adjunto para la Coordinación Legislativa), y Pío Cabanillas, ministro sin cartera, encargado probablemente de las Relaciones con las Cortes. Según las mismas fuentes, Juan Antonio García Díez podría ser repescado para el Gobierno, en el equipo económico de Calvo-Sotelo, posiblemente en sustitución del ministro de Ecortomía, José Luis Leal.

Otra lista facilitada por Europa Press coincidía en la mayoría de los nombres anteriores, pero incluía en la vicepresidencia económica a Agustín Rodríguez Sahagún, y para sustituirle en el Ministerio de Defensa, a Alberto Oliart, mientras que Leopoldo Calvo Sotelo asumiría la cartera de Asuntos Exteriores, en sustitución de Marcelino Oreja.

Estrategia centrista

Junto al programa y los pactos centristas, y el nuevo equipo de Gobierno, Adolfo Suárez y sus colaboradores preparan una estrategia de permanente anticipación y respuesta contundente a la oposición, sin embargo, el nuevo Gobierno UCD mantendrá siempre abierta la posibilidad de negociar cuestiones de Estado con el partido Socialista.

Fuentes centristas aseguraron que UCD dará en los próximos meses la batalla por conquistar la opinión pública y ganar el camino perdido con ocasión del debate de la moción de censura y las derrotas electorales, rematadas con el referéndum andaluz del 28 de febrero. En esta estrategia, procurarán cuidadosamente no enajenarse el rechazo popular, como ocurrió en Andalucía por los sucesivos errores centristas. Las fuentes informantes dieron a entender que, por ejemplo, si los socialistas insisten en la supresión del Grupo Andalucista en el Congreso, deberán ser ellos los que arrostren las consecuencias políticas de ello, sin buscar la alianza ni los votos de UCD para una operación de ese carácter.