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Los árabes se casan con mujeres extranjeras por no pagar la dote de la boda

Los países árabes del golfo Pérsico atraviesan por una grave crisis matrimonial, debido, principalmente, a que la dote que el marido debe dar a su mujer ha alcanzado dimensiones exhorbitantes. La crisis es de tal magnitud -los solteros rehúsan casarse- con las propias nativas y lo hace con extranjeras, que los Gobiernos se han visto obligados a intervenir enérgicamente para tratar de salir de esta «alarmante situación», que, según algunos sociólogos, significa el abandono de la identidad nacional y pone en peligro la cohesión social de los habitantes de esta zona.

El origen de la crisis es el coste, que se ha hecho insostenible, de la dote que el joven marido tiene que dar a su esposa a fin de asegurar su autonomía financiera durante su vida conyugal y para que la esposa tenga una cierta seguridad en caso de que ésta sea repudiada por su marido. El tema de la dote del marido ha promovido, además de la disminución alarmante de matrimonios entre nativos, una serie de reacciones sociales de protesta que han cuestionado, entre otras cosas, los principios morales de las leyes que defienden este ordenamiento.Por otra parte, una campaña de prensa que «ha tirado a dar» sobre el campo de batalla matrimonial ha trastocado los papeles tradicionales familiares y ha convertido en alienador al alienado. Haciéndose eco de este malestar social, el periódico de Barain Akhbar al-Khalige ha explicado que muchos padres de Qatar, manteniendo posturas claramente abusivas, exigen por sus hijas sumas comprendidas entre 2.700 dólares y 8.000 dólares (entre las 189.000 y las 560.000 pesetas).

Distintas ceremonias nupciales

La celebración del matrimonio en el mundo musulmán comporta ceremonias y ritos de muy diversa índole, fundadas sobre costumbres muy antiguas, tanto nacionales como locales que, por supuesto, no son las mismas, ya se trate de beduinos, de campesinos o de ciudadanos o habitantes de grandes ciudades.«Las ceremonias nupciales han llegado a estar desprovistas de sentido», añade el periódico barainí, que argumenta: «A las excesivas sumas de dinero que deben ser desembolsadas al firmar el contrato de matrimonio hay que añadir los gastos que suponen los regalos obligatorios que hay que hacer a los padrinos, regalos que deben ser, por costumbre, suntuarios. Una vez más se interpreta la moral al revés, cuando entienden que esta manera es la única con la que se pueden expresar los sentimientos de respeto y afecto.

Para hacer frente a los gastos del primer matrimonio, el Estado de Qatar, por ejemplo, ha acordado conceder a sus empleados solteros un préstamo de 5.400 dólares (378.000 pesetas) para que puedan hacer frente a los gastos de su primer enlace. Muchos de estos maridos llegan ya endeudados hasta el cuello cuando tienen que encender las velas de la tarta nupcial.

El organismo equivalente al Parlamento de Qatar, considerando que las medidas empleadas con los funcionarios eran discriminatorias con relación al resto de los ciudadanos, ha recomendado al Gobierno que generalice estas medidas de ayuda matrimonial a todos los jóvenes del país para la elección de la primera esposa. Pero, dado que los habitantes de Qatar no tienen tradición de pasar las lunas de miel con los fondos de un crédito, muchos solteros se han obstinado en permanecer en su estado antes de embarcarse en la aventura matrimonial.

Mujeres extranjeras

Por todos estos motivos y trabas la mayor parte de los hombres de los emiratos Arabes Unidos se están casando con mujeres extranjeras, quienes, en principio, no les exigen cantidades de dinero y presentes para que la boda se efectúe. Este hecho, naturalmente, preocupa a los Estados del golfo Pérsico, quienes están tratando de institucionalizar una ayuda a los solteros de ambos sexos que oscila entre los 13.500 a los 30.000 dólares.Algunos sociólogos árabes consideran estas medidas como una forma de prevaricación. En opinión de éstos, las ayudas matrimoniales de este tipo degradan el sentido de la competición y arruinan la conciencia de los jóvenes y su aprendizaje social que les prepararía para asumir la lucha existencial.

En Arabia Saudí, los candidatos al matrimonio tienen los mismos problemas, con el agravante de que en este país todavía se especula más con las sumas de dinero que se han de aportar a la hora de tomar una esposa. Tanto en Arabia Saudí como en Barain la situación matrimonial puede deteriorarse todavía mucho más, según señala un informe del Ministerio de Asuntos Sociales, si aumenta el número de matrimonios con extranjeras, principalmente egipcias e indias.

Los sociólogos concluyen que este abandono de la identidad nacional que se da a través del cruce matrimonial con mujeres de otros países amenaza y pone en peligro la cohesión social del golfo Pérsico.

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