_
_
_
_

Los obreros polacos piden la mejora de los abastecimientos

Una nueva ola de huelgas afecta a Polonia desde el miércoles. Fuentes disidentes y oficiales coinciden en afirmar que se produjeron paros en la fábrica de aceros de Stalowa Wola (doscientos kilómetros al sur de Varsovia) y en una fábrica de elementos prefabricados de la misma población; en una gran factoría cristalera situada al norte de Lublín y en un importante centro de reparación de material ferroviario.En total, desde principios de mes, las huelgas han afectado a algo más de un centenar de centros en las diferentes etapas por las que pasa este movimiento huelguístico. En todos los casos, los conflictos se han solucionado mediante negociaciones entre los obreros y la dirección de los centros, que, por regla general, han desembocado en aumentos salariales que oscilan entre el 10% y el 15%, y con modificaciones de la cadencia de trabajo.

Pero durante esta última semana ha aparecido un nuevo motivo de huelga: el abastecimiento deficiente del comercio. Los obreros se quejan de que el comercio está casi vacío, mientras que rumores persistentes, que están creando un clima de psicosis, insisten en que Polonia exporta. a la Unión Soviética productos de primera necesidad.

Cada vez aparecen más claras las implicaciones políticas de estas huelgas, aparentemente sólo reivindicativas. El jueves, el diario Zycie Warszawy publicó un editorial en el que reconocía no sólo el derecho de los obreros, sino el deber de romper «las barreras burocráticas», la necesidad de que exista un control sobre los salarios y la participación en la elaboración de los planes de producción. El periódico subrayaba la necesidad de que todo esto se haga respetando el orden, y que las discusiones. que se lleven a cabo en las empresas no afecten a los ritmos de producción. El editorial del órgano del comité central, Zycie Warzawy, no intenta hacer una crítica frontal de las protestas obreras, sino que pide que se actúe de modo razonable, insistiendo en que el único medio para mejorar el nivel de vida es aumentar el ritmo y la calidad de la producción.

Los observadores han interpretado este artículo, que ha tenido una gran repercusión, como un claro intento de convertir al poder obrero, que se manifiesta a través de la huelga, en un instrumento de Gobierno. Mientras que las autoridades no pierdan el control de esta situación puede resultar útil.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_