Borg se casa hoy con su colega Mariana Simionescu
La tristeza del encuentro será hoy una vaga sombra desaparecida: la joven pareja se casa en Rumanía, tierra de la novia. Para Borg, el noviazgo y la boda han sido consecuencias de su buena suerte: a los diez días de su primera salida con Mariana había mejorado su estilo en los servicios y había ganado su primer campeonato en Wimbledon. Hace unos días declaro: «Conseguí a Mariana y mi servicio en los mismos diez días. Todo fue muy afortunado».El tenista sueco Bjorn Borg, actual número uno de su deporte en todo el mundo, se casará hoy, en Bucarest, con la también tenista rumana Mariana Simionescu. Pasarán la luna de miel en Marbella, donde el deportista suele enseñar a jugar al tenis.
Bjorn Borg tiene veinticuatro años. A pesar de su juventud, ha sido ya campeón cinco veces en cada uno de los torneos de Roland Garros, en Francia, y Wimbledon, en Inglaterra. La novia tiene la misma edad que el tenista.
Como suele suceder, se afirma en su ambiente que esta es «la boda del siglo». Ya lo fue la del excéntrico tenista rumano Nastase con una millonaria francesa, de la que está a punto de divorciarse.
Mariana Simionescu, que practica el mismo deporte que Borg, se enfrenta al matrimonio con una renuncia: deja el tenis para vivir con su futuro marido.
La boda coincide con el alza de popularidad de Borg en Suecia, donde el tenista no fue mirado con muy buenos ojos cuando dejó su país para trasladarse a Mónaco. Más tarde, cuando los éxitos deportivos comenzaron a menudear, la actitud de los suecos Cambió y Borg vuelve a ser hoy un ídolo.
Una prueba del interés que los compatriotas de Borg sienten por los acontecimientos que protagonice su héroe lo ofrece el gran número de periodistas que se han desplazado a Bucarest para cubrir la información acerca de la ceremonia de la boda.
Los rumanos tampoco ocultan la satisfacción que les produce ver a una compatriota ligada sentimental y oficialmente al pentacampeón de Wimbledon.
Con este matrimonio, Mariana Simionescu ha llegado a superar en popularidad al propio Nastase. Es una popularidad que no tuvo a pesar de haber obtenido el título de campeona juvenil de tenis en el torneo Roland Garros en 1974.
El encuentro entre Bjorn y Mariana se produjo en una atmósfera de fracaso. Ambos habían perdido en el citado torneo Roland Garros, en la competición de 1976, cuando coincidieron, cariacontecidos, en París.
Mariana considera importante renunciar a su propio apellido. «El matrimonio no modificará nuestra exsitencia», ha dicho. «Pero, a partir de ahora, yo seré la señora Borg. Eso es importante».
Son las declaraciones típicas de una pareja que formaliza su relación. Borg dice que este es el primer paso para la construcción de una familia. Y no oculta sus deseos de rodearse de niños.
La ceremonia religiosa de la boda se celebrará este mediodía y será oficiada según el rito ortodoxo, que es el que profesa la novia. Entre los 250 invitados personales figura Ilia Nastase. Esta vez no es protagonista, sino espectador. No ha sucedido demasiadas veces en su conflictiva historia de campeón sin corona.
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