Grupos de jóvenes ultraderechistas cambian los nombres de algunas calles

En la madrugada del martes al miércoles, varios grupos de jóvenes -de ideología supuestamente ultraderechista-, amparándose en la clandestinidad de la noche, procedieron a cambiar los nombres de las calles que el ayuntamiento había modificado el pasado domingo por acuerdo de un pleno del pasado día 25 de enero. Entre otras, las calles de Santa Engracia, José Abascal y Príncipe de Vergara -antes García Morato, General Sanjurjo y General Mola- sufrieron las acciones de estos jóvenes, que optaron por pegar, sobre la placa del rótulo de la calle, papeles con los nombres anteriores.

Un redactor de EL PAIS pudo comprobar la operación del cambio clandestino de la denominación. Aproximadamente a las dos de la madrugada, tres jóvenes -dos chicos y una chica- de unos veinte años de edad descendieron de un Seat 127, matriculado a nombre de Amalia Zunzunegui. Mientras la joven permanecía en actitud de vigilante -innecesaria por la prácticamente nula presencia de viandantes a esas horas-, los otros dos sacaban de la parte trasera del coche una escalera, un cubo con agua y engrudo y una escoba de mango largo, instrumentos todos ellos parecidos a los que utilizan los encargados de colocar los carteles en las vallas publicitarias.En sólo unos instantes, los dos jóvenes encolaban la placa con la nueva denominación de la calle y procedían a pegar sobre ella un papel, de parecidas dimensiones, con el nombre, más a su gusto, de los generales.

Amparados en lo intempestiva de la hora, varios grupos de jóvenes cambiaron, en pocos minutos, los nombres de muchas calles de Madrid, en una operación que parecía perfectamente planificada. En tan corto espacio de tiempo trataron de modificar el acuerdo que había aprobado el pleno del Ayuntamiento de Madrid el pasado día 25 de enero, y que entrará oficialmente en vigor mañana, para dar tiempo suficiente para que todos los afectados por el cambio pudiesen prepararse.

El ayuntamiento cambiará los rótulos que hayan quedado deteriorados tras la operación ultraderechista de la noche pasada o limpiará los que sean recuperables, según anunció a EL PAIS el concejal responsable de Cultura de la corporación municipal, Enrique Moral.

Según el concejal, el Ayuntamiento no va a entrar en la dialéctica cambio-recambio de rótulos, sino que está dispuesto a «emprender acciones contra las organizaciones que fomentan este tipo de actos, siempre y cuando existan indicios racionales de su participación directa o indirecta en los mismos».

El señor Moral insistió ante un redactor de este periódico en que la contestación de la derecha al acuerdo municipal para el cambio de los nombres de las calles ha sido mínima: «Basta recordar», dijo, «que la campaña montada por el diario El Alcázar de recogida de firmas contrarias al acuerdo sólo ha recibido unas doscientas cartas y telegramas. Esa no es una oposición firme».