Japón, destronado en gimnasia sin participar
La jornada de ayer, tercera de los Juegos, decidió otros diez títulos. La URSS, al ganar cuatro más, se distanció así de la RDA en el cómputo total, pues si perdió dos en lucha y los 100 metros braza de natación (ya en esta prueba estuvo ausente el alemán occidental Moerken, recordman mundial), ganó la gimnasia por equipos masculina sin «luchar» con Japón, «rey» desde Roma-1960. En 1.500 libres, Sa1nikov venció y causó asombro al bajar por primera vez de los quince minutos, pero siempre quedará la duda de qué hubiera ocurrido estando presente el ex recordman norteamericano, Brian Goodell.Un duelo perdido
Una vez más, las ausencias se dejaron notar en los Juegos. En las tres finales de natación, uno de los deportes básicos, fueron muy acusadas. En las tres categorías finalizadas de lucha grecorromana, como en la halterofilia, deportes claramente «socialistas», no influyó, pero sí en la gimnasia e incluso en el ciclismo y el tiro.
En el kilómetro contra reloj salida parada, tal vez no hubiesen cambiado los dos primeros clasificados -Thoms (RDA) y Panfilov (URSS)-, pero sí el tercero, el jamaicano Weeler, pues el canadiense Singleton, ausente, ya fue subcampeón mundial en Amsterdam-79, tras Thoms y ante el mejor soviético entonces, Rapp. En tiro, foso olímpico, la baja ha sido menor, pero cabe recordar al australiano Ellis, bronce en los mundiales de Seúl, que ganó Vallduví, ahora quinto.
En gimnasia, la URSS ganó el concurso por equipos, después de buscarlo veinticuatro años. Lo había obtenido en su debú olímpico, 1951, Juegos de Helsinki, y después en Melbourne-56, pero desde entonces Japón había sido insuperable. No cabe duda que la gimnasia nipona, con abandonos sonados, había bajado últimamente y ya fue segunda tras la URSS en los Mundiales de Forth Worth (EE UU), 1979, pero hubiese luchado por el oro. En este apartado también es lamentable la baja norteamericana, en enorme auge, bronce precisamente en «su mundial». Evidentemente, la RDA y Hungría, plata y bronce ayer, hubiesen quedado desplazadas.
Salnikov se convirtió en el primer hombre que baja de los quince minutos en los 1.500 libres de natación, y era algo esperado. Tras sus 15.03.99 con que ganó el título mundial en Berlín Oeste de 1978, podía lograrlo en cualquier momento -había hecho 15.07.89, en 1979, y 15.08.25, en series, el lunes- Sin embargo, su mejor marca era hasta ayer sólo récord de Europa. El norteamericano Brian Goodell, campeón olímpico de Montreal, mantenía desde entonces sus 15.02.40 y aspiraba a «dar la batalla» al soviético. Tenía 15.24.36, en 1979, y se preparaba para Moscú. Ahora sólo podrá demostrarlo en los próximos campeonatos universitarios de su país, donde Estados Unidos dará la réplica a los resultados olímpicos. Mike Brunner, por otra parte, el mariposista, tenía este año 15.19.76 en «preparación» para Moscú. Ayer, «plata» fue Chaev (URSS), 15.14.30; «bronce», Metzker (Australia), 15.14.49, y cuarto, Strolibach (RDA). Los tres mejoraron sus marcas acreditadas: 15.19.63, 15.26.54 y 15.28.55. ¿Por qué no Goodell y Brunner?
En cuanto a los 100 braza, ayer ganó el «rasurado» británico Goodhew. Logró 1.03.34. Pero esa marca hizo el año pasado Moerken, el alemán federal recordman del mundo desde 1977, con 1.02.86. El boicoteo lo ha alejado de Moscú. Lundquist (EE UU) ha acreditado esta temporada mejor marca aún: 1.03.08. Ayer fue plata MIksarov (URSS), 1.03.82, y bronce, Evans (Australia), 1.03.96. Otros ausentes tienen también mejor marca: Freeman (EE UU), 1.03.64. Hencken (EE UU) -campeón olímpico en Montreal y ex recordman mundial-, 1.03.67. Lang (RFA), 1.03.77, y hasta Smith (Canadá), 1.03.89, en 1979.
En 400 libres mujeres, más o menos lo mismo. Ayer mejoraron sus marcas las alemanas ganadoras, pero tenían acreditadas: Diers, 4.12.94; Schneider, 4.11.90. Las norteamericanas: Lineham, 4.07.12; Woodhead, 4.09.59; Linzmeier, 4.10.27. Y lo más grave: la ausencia de la recordwoman mundial australiana -4.06.28-, Tracey Wickham.
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