Candidatos

Se están echando las manos a la cabeza porque un bombero y un panadero quieren ser presidentes del Atlético de Madrid. Ocurrió lo mismo cuando un tendero aspiró a presidir el Barça, y cuando un florista quiso dirigir al Real Madrid. El fútbol ha sido siempre un deporte popular y, por tanto, nada debe extrañar que la gente del pueblo quiera ocupar el sillón que hasta ahora solamente han ocupado posaderas de mayor abolengo económico.Evidentemente, la gente modesta tiene menos posibilidades a la hora de la elección, porque no pueden disponer de fuertes sumas para la campaña.

A la vista de los despilfarros de los propensos a firmar talones, habría que dar su oportunidad a quienes seguramente administrarían con menos alegría. Porque lo curioso es que los ricos no pagan de su bolsillo las deudas con las que hunden a los clubes.