Impresionantes medidas de seguridad en Moscú
Fuertes medidas de seguridad han sido implantadas en las últimas fechas en Moscú, a medida que se aproxima la apertura de los Juegos Olímpicos y los obreros y pintores se apresuran a dar los últimos toques a las obras. El dispositivo de seguridad se ha reforzado de forma notable, hasta el punto de que los propios taxistas soviéticos, comentan que jamás habían visto tantos soldados. Mientras, la llama olímpica llegó ya a territorio búlgaro.
Los impresionantes refuerzos policiales en Moscú se notan de manera particular en las principales arterias de la ciudad, con la presencia, cada pocos centenares de metros, de un vehículo policial, equipados, especialmente con matrículas de color blanco. La villa olímpica, inaugurada el pasado viernes, se encuentra asimismo bajo, una fuerte protección. Se pretende evitar a toda costa el drama ocurrido hace ocho años en Munich.En el interior de la villa olímpica, delante de cada edificio y en las esquinas, se encuentran asimismo funcionarios militares de vigilancia. En el centro ¿te prensa principal, inaugurado, a su vez, el sábado, hay un control exigente. Para entrar es preciso pasar por él, someter las bolsas y objetos personales a una minuciosa inspección digna de la más dura aduana. En el interior del edificio, hombres uniformados montan también guardia, lo cual no ha impedido, sin embargo, que a un representante ele una agencia de noticias norteamericana le robaran su documentación y el material fotográfico, poco después de la ceremonia de inauguración.
Tampoco se han salvado de estas fuertes medidas de seguridad los dos hoteles en los que se alojará la prensa internacional durante la celebración de los Juegos, el Rossia, al lado del Kremlin, para la prensa escrita, y el Cosmos, para la radio y televisión.
«Hemos tardado cerca de un cuarto de hora en entrar al hotel», comentó uno de los primeros técnicos llegados a Moscú. El celo de los funcionarios es tan grande que an tenido que dejar a los policías soviéticos abrir el embalaje de las máquinas para ser soviéticas a una meticulosa inspección.
La llama olímpica, en Bulgaria
La llama olímpica, que salió hace unas fechas de Grecia, llegó ya a territorio búlgaro, concretamente a la ciudad de Pleven. La antorcha, transportada en continuos relevos por centenares de deportistas, pasó por las ciudades de Gabrovo, Tar novoy Lovetch, tras un recorrido de 199 kilómetros, antes de llegar a Pleve., donde tuvo lugar un entu siástico recibimiento, que acabó en la plaza central con un espectáculo folklórico.
Mientras tanto, se siguen con cretando las representaciones de los países que van a intervenir. Así, Hungría enviará a los Juegos un total de 266 deportistas, que com petirán en diecinueve disciplinas, de las veintiuna existentes en Moscú. Los deportistas con las mejores perspectivas para recoger las medallas olímpicas son los de las especialidades de waterpolo, yudo y esgrima. Por contra, Angola es tará presente con sólo trece atletas, que han sido los únicos selecciona dos por el comité olímpico. Los deportistas angoleños participarán en atletismo, na.tación y boxeo.
Por lo que respecta a Venezuela, se ha ultimado la preparación con cienzuda en los deportes en los que ya a participar, y principalmente en fútbol y boxeo. Manuel Plasencia, director técnico de la selección de fútbol, destacó el buen nivel de sus jugadores. Tras indicar que el combinado es de lo mejor que tiene Venezuela, Plasencia admitió que no irán a buscar medallas, pero afirmó que el futuro futbolístico venezolano se encuentra en este equipo. Al analizar los adversarios que tendrá Venezuela, destacó la fortaleza de la Unión Soviética, el empeño con que se han preparado los cubanos y la juventud de Zambia.
En lo referente al boxeo, los púgiles que representarán a Venezuela se han preparado con entusiasmo, conscientes de las posibilidades de luchar por algunas medallas.
Exito del piragüísmo español
Los palistas españoles Meriéndez y Del Riego, y el mismo Meriéndez con Misioné, lograron el primer puesto en K-2 500 y 1.000 metros, respectivamente, en las pruebas disputadas en el canal de Duisburgo. En 500 metros, Meriéndez y Del Riego hicieron un tiempo de 1.40.33, por delante de los canadienses Fischer y Barre (1.40.28), y de los rumanos Giura y Ticu (1.42.43). En 1.000 metros, Menédez y Misioné se impusieron con un tiempo de 3.32.01, superando también a los canadienses Fischer y Barre (3.33.47) y a los noruegos Rasmussen y Atiege (3.34.40).
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