Los ases de la fórmula 1 correrán en Francia

El Gran Premio de Francia de Fórmula 1, que deberá disputarse el próximo domingo, contará finalmente con todos los pilotos asiduos al Mundial que hasta primeras horas de la mañana de ayer no estaban inscritos de forma oficial en la carrera. Las negociaciones entre la Federación Internacional -que preside el francés Balestre- y la Asociación de Constructores -presidida por el británico Bernie Ecclestone- llegaron a un final feliz después de que Balestre cediera en sus pretensiones. Los pilotos, al menos en esta ocasión, ganaron la batalla.

Tras la negativa de la gran mayoría de los equipos y pilotos a tomar parte en el Gran Premio de Francia -todos los que forman parte de la FOCA-, si antes no quedaba claro la puntuabilidad de la carrera española y se revisaban una serie de normas técnicas que la Federación Internacional quería imponer para el próximo año, Ecclestone se puso en contacto con los disidentes -Renault, Ferrari y Alfa Romeo-, con el fin de que hiceran un frente común con ellos. Para ello, el presidente de la FOCA llegó a realizar un viaje relámpago a Italia, a fin de entrevistarse personaimente con el viejo Commendatore Enzo Ferrari y explicarle la confusa situación actual.Lograda la unión, que se habla roto en el Gran Premio de España -donde Renautt, Ferrari y Alfa Romeo se negaron a correr-, y con el apoyo de los patrocinadores, Ecelestone adoptó una postura de fuerza con Balestre, precisamente en el terreno en el que más podría hacer daño a su rival, en el Gran Premio de Francia.

La organización de la carrera francesa, que está del lado de Balestre, llamó a pilotos y monoplazas de fórmula 2 como recurso ante la posibilidad de que el grueso de los asiduos de la fórmula 1 no compareciera. Pero consciente Balestre de que dicha carrera seria una parodia, y de que la cuenta atrás en el tiempo le presionaba con insistencia, y después de arduas negociaciones que duraron hásta primeras horas de la mañana de ayer, tuvo que claudicar.

Así, la postura de Balestre de no negociar nada bajo presión, y de que cualquier acuerdo sobre el futuro tendría que llegar siempre después del próximo lunes -día siguiente a la carrera francesa-, cayó,estrepitosam ente. El presidelite de la Federación Internacional quería ganar tiempo, que se disputase con normalidad la carrera fiancesa -la de su país- y que, caso de no llegar después a un acuerdo, la prueba que pagase las consecuencias fuese la siguiente que, no por casualidád, es el Gran Premio de Gran Bretaña, alineado con Ecclestone y en total oposición a Balestre.

De esta forma, las normas técnicas que la Federación pretendía adoptar a partir del 1 de enero del próximo año -como la supresión de las faldillas- quedarán en suspenso, tal como quería la FOCA. Y, por lo que se refiere ala legalidad de la carrera española, a su posible puntuabilidad para la presente temporada -Ecclestone no debió querer hacer excesiva presión sobre este asunto, para no romper la circunstancial unión con los disidentes que no corrieron en España-, todo quedará pendiente en principio, a la decisión del Comité Ejecutivo de la Federación Internacional del Automóvil, máximo organismo al respecto. Este comité ejecutivo que tendría que haberse reunido el próximo mes de octubre, adelantará su fecha de celebración -a petición de¡ Real Automóvil Club de España-, al próximo día 4 de julio.

Si en dicha reunión, una vez oída la parte española -algo que, hasta ahora, no se ha hecho- el comité ejecutivo se pronuncia en contra del organizador espafiol, éste recurrirá.ante el comité de apelación. Si después de visto el caso ante este tribunal, la resolución no fuese aún favorable para el RACE, éste llevaría el caso ante los tribunales ordinarios de justicia ínternacionales. La polémi,ca carrera española tendrá, pues, una larga continuación.