Cuando Jordi Pujol,
actual presidente de la Generalidad de Cataluña, era diputado del Congreso en Madrid, no sólo inquietaba a sus adversarios políticos con su presencia en el hemiciclo, sino que ponía en guardia a todo el personal del hotel Palace, donde se alojaba, en la carrera de San Jerónimo. El señor Pujol solía viajar sin peine, según recuerdan los que le atendían, que cada día tenían que proporcionarle tan útil instrumento. Al final decidieron adquirir un peine de generosas dimensiones para cubrir las necesidades del diputado catalán. Ahora ha vuelto Jordi Pujol a Madrid, en visita oficial, como presidente de la Generalidad, y ha regresado al Palace, donde también solía alojarse su antecesor, Josep Tarradellas. En esta ocasión, el señor Pujol ha venido ,Provisto de todos los enseres necesarios en un desplazamiento, y entre ellos venía un peine. Los integrantes del servicio del Palace han respirado, por fin, tranquilos.
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