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La selección española, pendiente del milagro

La selección española necesita ir a Lourdes. Medio equipo está lesionado y el otro medio necesita un milagro para poder alcanzar el premio de consolación del tercer puesto. Según el parte médico transmitido por Kubala tras el entrenamiento de ayer, mañana en el San Paolo, de Nápoles, Asensi y Migueli están descartados, y tienen problemas de golpes y tirones Del Bosque, Quini, Diego y Satrústegui. Sin la confirmación de Kubala y la del doctor Delgado hay que añadir las molestias estomacales que asegura haber padecido Santillana y que aquí se interpretan como respuesta a la suplencia de las dos jornadas anteriores.

El entrenamiento en San Paolo fue suave. Ni siquiera aquellos que se encuentran en buenas condiciones tuvieron que esforzarse demasiado en la sesión preparatoria. Kubala, en la conferencia de prensa del propio estadio, aseguró que solamente ocho hombres son fijos en el equipo que se enfrentará a Inglaterra. Estos: Arconada, Olmo, Alexanco, Gordillo, Saura, Zamora, Cardeñosa y Santillana. El equipo todo hace suponer que será completado por Cundi en el lateral derecho -es zurdo-,e Uría en la media y Juanito en la delantera Olmo será marcador central.De aquí a la hora del partido, no obstante, puede producirse alguna variación. Si Santillana insiste en que no se encuentra bien, y eso, desgraciadamente para él, no lo cree nadie, tendrá que salir Satrústegui, que ayer aún confiaba en recuperarse. Tendillo, que al fin logró permiso militar para continuar en Italia, ahora que tiene la oportunidad de jugar como central, su auténtico puesto, será relegado a la suplencia para que Olmo haga las veces de Migueli. El central barcelonista, aunque fue infiltrado ayer, no podrá jugar. El golpe en una costila que segun el doctor Delgado, es similar al que se padece con el volante de un automóvil, es doloroso y difícilmente le permitirá estar en condiciones óptimas en varios días.

Kubala, que siempre ha creído en Uría para cualquier puesto, le prefiere ahora de nuevo para lateral derecho, aunque el lunes pensaba en la posibilidad de alinear a Cundi como marcador de Woodcock.

Con este panorama, la posibilidad de ganar a Inglaterra se hace todavía más difícil. Kubala, que aún sueña con el partido de consolación, tendría que ver realizada esa carambola de que Italia ganara por dos goles a cero, como mínimo, a Bélgica. Sería de auténtica fantasía esa jugada de billar si España lograra vencer a los ingleses, que muy recientemente, en Barcelona, no sólo nos vencieron, sino que nos humillaron.

La actuación española ha sido de nuevo la historia que pudo haber sido y no fue. Realmente frente a Italia se hicieron méritos para ganar. Frente a los belgas, probablemente si Quini no hubiera fallado aquel gol de los primeros minutos del segundo tiempo, el resultado hubiera sido bien distinto. De la sorpresa del primer día se pasó a la desilusión del segundo. Lo de hoy en Nápoles puede ser cualquier cosa mala.

Los ingleses tampoco las tienen todas consigo. El equipo no ha funcionado satisfactoriamente. El propio Keegan, sometido a fuertes marcajes, no ha podido ser estrella destacada del campeonato. Grennwood, tras varias horas de duda, anunció una alineación en la que de nuevo figura Clemence en la puerta y se producen sustanciales modificaciones en el resto del conjunto.

Ingleses y alemanes eran los grandes favoritos del torneo. Los germanos han confirmado el pronóstico y los británicos, aun cuando derroten a España, tendrán que estar pendientes del partido Italia-Bélgica para optar al encuentro para el tercer puesto. Kevin Keegan, que se convirtió, tras el encuentro de su equipo contra Italia, en el jugador escándalo, porque, al parecer, le hizo gestos ostensibles al árbitro rumano Rainea de que se había vendido, ha desmentido tal postura. Keegan ha afirmado que los únicos gestos que le hizo al árbitro se refirieron al reloj, puesto que entendía que no había descontado las pérdidas de tiempo de los italianos y que la interpretación malintencionada del hecho fue producto de la imaginación de Graziani. El lunes se especulaba con la posibilidad de que Keegan fuera sancionado y no jugara contra España, pero de confirmarse la inclusión del tema en el acta arbitral lo más probable es que la sanción se deje para otra ocasión. Sería extraño que un castigo de la UEFA favoreciera a España.

El final del torneo para España, como ya parece habitual, tendrá el estrambote de las querellas internas. Muy pocos saben aceptar la suplencia y algunos jugadores no sólo discuten las alineaciones de Kubala, sino también los sistemas tácticos empleados. La era Kubala puede finalizar como el rosario de la aurora.

Posibilidades

Para que la selección española pudiera disputar el encuentro para el tercer puesto deberían producirse estas combinaciones: que Bélgica ganara a Italia por 1-0, y España a Inglaterra por el mismo resultado; que Italia ganara a Bélgica por 2-0, y España a Inglaterra por 1-0.

En el caso de empate entre Bélgica e Italia jugarían los belgas la final y los italianos el encuentro de consolación.

Por si se produjeran otros resultados diferentes a los apuntados anteriormente hay que considerar que la clasificación se decide en caso de empate por diferencia general de goles, y en caso de igualar a puntos y a diferencia de goles se clasifica el que más tantos haya marcado.

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