El Comité Central del PCE recomienda a sus militantes mayor "realismo " en política sindical
El Comité Central del Partido Comunista de España (PCE), reunido en Madrid el pasado domingo y ayer, lunes, aprobó una resolución política en la que destaca la idea de intentar un acercamiento a los socialistas y a las minorías nacionalistas, sin lo cual sería inútil la presentación de una nueva moción de censura. A su vez, la dirección del PCE aprobó una resolución en la que se defiende mayor moderación y realismo en materia sindical, y hace un llamamiento a los militantes para que no traten de reproducir en Comisiones Obreras los debates en el seno del partido.
La resolución del PCE sobre política sindical comienza indicando que la crisis económica ha originado nuevas y graves contradicciones en el sistema capitalista, pero también es cierto que ha exacerbado las diferencias en el seno de los asalariados, fomentando las tendencias corporativas y oscureciendo los objetivos comunes. Ello entraña el peligro de una fractura en el seno de la clase obrera. En estas condiciones, el riesgo mayor radica en que una parte del movimiento instale en la crisis y acepte pasivamente la lógica del gran empresariado (CEOE), mientras la vanguardia se radicalice y se separa de las masas, cayendo en la impaciencia y el subjetivismo.La resolución contiene una crisis a las "fugas hacia adelante » y una recomendación a la convenieniencia de «pegarse más a la realidad», para afirmar claramente que hay que oponerse a las tendencias «obreristas» o de «fabrilización» del sindicato, defendiendo la necesidad de abrirse, «con el trabajo práctico, más que con la lucha ideológica», al amplio espectro que hoy compone la clase trabajadora: técnicos, empleados, profesionales, sectores de servicios.
Tras una llamada a la negociación como factor esencial en la actual situación -«los comunistas debemos combatir las tendencias antinegociación en todas sus formas»-, propone un «plan general de solidaridad contra el paro, concertado entre las fuerzas sociales, el Gobierno y el Parlamento. Mientras no se llegue a esa concertación global», continúa la resolución, «en las empresas o sectores que no están en crisis se puede ir a un aumento d la capacidad adquisitiva de los salarios en la negociación colectiva, cuidando de no perjudicar la solidaridad entre los trabajadores o cayendo en posiciones economistas, mientras que en las empresas en crisis debe tener priori » dad el mantenimiento del puesto de trabajo.
"Una política sindical para la crisis», dice la resolución del PCE, «significa medir con realismo las acciones de lucha, evitar las huelgas indefinidas, que terminan mal para los trabajadores; las proyectadas de antemano con escalonamiento prefijado, las resueltas desde arriba sin la participación de los interesados. Esta participación de los interesados debe expresarse en votaciones abiertas y, en algunos casos, con debate previo, por votación secreta».
No trasladar problemas de partido a CC OO
Seguidamente, el Comité Central del PCE establece una serie de directrices, entre las que figura la eliminación de que «en los organos se diriman querellas de partido y, lo que es igualmente grave, que se utilice a Comisiones Obreras como instrumento de presión para invertir desde el sindicato la política del partido. De ahí que llevar la discusión de los temas de partido a Comisiones Obreras es una amenaza para la unidad y desarrollo de éstas».«Las normales diferencias entre comunistas, incluso en cuestiones importantes, deben resolverse en el seno del partido, aplicando el centralismo democrático. No es aceptable que los comunistas reproduzcamos discusiones de partido en CC OO y promovamos acuerdos en éstas en oposición a las orientaciones del partido».
Asimismo se recomienda a los militantes comunistas que sean los más firmes defensores de la unidad entre CC OO y UGT, y que combatan la idea de que «los socialistas, en su expresión política o sindical, son un componente orgánico de la política burguesa o del imperialismo». Igualmente se recomienda la superación de las querellas o diferencias que existan entre militantes comunistas.
La resolución política dice que la opinión pública espera ahora que la moción de censura del PSOE no quede en un mero gesto testimonial y que sea seguida de una acción. política, a diversos niveles, para lograr efectivamente un cambio de Gobierno y un cambio de política.
El tándem Suárez-Abril Martorell, añade, ha mostrado ya sobradamente su incapacidad y agotamiento para dirigir la política nacional. A través de la radio y la televisión, que transmitieron el debate en las Cortes, los ciudadanos pudieron comprobarlo. A la vez se ha abierto la esperanza en la posibilidad de un cambio. Para no defraudar esa esperanza, el Comité Central estima necesario que las fuerzas que apoyaron la censura, en particular el PSOE y el PCE, tomen iniciativas políticas tendentes a elaborar una alternativa de Gobierno que sea posible en esta Cámara.
Un Gobierno capaz de lograr esa mayoría tendría que basarse en un acuerdo de la izquierda, los grupos nacionalistas y sectores situados en UCD.
Sólo un acuerdo de este carácter general haría posible que en las actuales Cortes se concretase una nueva mayoría. Si la voluntad de lograr ese acuerdo no se manifiesta, resultaría inútil toda nueva presentación de mociones de censura.
a) Cómo-desarrollar la acción por una nueva mayoría, y contenidos políticos sobre los que ésta podría basarse.
b) Cómo salir del impasse en que la política del Gobierno actual ha situado los problemas autonómicos.
c) Qué hacer para mantener congelado en esta Legislatura el tema de la OTAN, y, en caso de que el Gobierno lo plantee, para forzar a que una decisión tan grave no sea tomada por mayoría simple en estas cortes, sino sometida a referéndum nacional.
El programa económico del Gobierno es incapaz de sacar del estancamiento al país, ha provocado una extensión del paro, y pone en peligro la democracia. No da resultados la idea liberal burguesa. Hace falta aplicar un plan económico a medio plazo, con fondos públicos, crédito privado e incluso exterior.
Sin perjuicio de ciertas diferencias en el programa económico del PSOE y en las alternativas que defiende el PCE, hay coincidencias fundamentales de fondo.
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