Retraso en las negociaciones sobre Gibraltar

Las diferentes interpretaciones del comunicado de Lisboa en Londres y en Madrid han retrasado considerablemente la reanudación de las conversaciones sobre Gibraltar a nivel de ministros de Asuntos Exteriores.

Y, como es habitual en estos casos, la prensa británica deja entrever en sus informaciones que la culpa corresponde a los españoles por no abrir la frontera en la fecha prevista de primeros de junio, fecha no incluida en el comunicado de Lisboa y asumida gratuitamente por los medios de información de este país.

La parte británica está concentrada en conseguir la apertura de la verja sin conceder a lo sumo más que una vaga declaración sobre una voluntad de negociar en el futuro. Sin embargo, esa vaguedad no puede ser aceptada por los negociadores españoles, que siempre han interpretado las conversaciones y el comunicado subsiguiente de Lisboa como la iniciación de un camino que no puede terminar más que en la devolución de la soberanía de Gibraltar a la nación española.

La opinión en círculos diplomáticos españoles es que los términos del acuerdo de Lisboa están todavía «verdes» para que los titulares de Asuntos Exteriores de los dos países, Marcelino Oreja y lord Carrington, se reúnan la próxima semana, como se especuló ayer. En estos círculos se cree que la entrevista no podrá celebrarse hasta finales de mes, aunque no excluyen un posible adelantamiento de fechas.

Los ingleses siguen utilizando con machacona insistencia, que dentro de la Comunidad Económica Europea es inconcebible la existencia de fronteras, olvidándose que también es inconcebible la existencia de un territorio colonial y el apartado del Tratado de Roma que hace referencia a la libre circulación de personas, mercancías y, algo muy importante, capitales.