El Gobierno convierte el debate de la moción de censura en un examen al candidato socialista
El Pleno del Congreso de los Diputados votará hoy la moción de censura socialista contra el Gobierno Suárez, tras una sesión maratoniana que fue suspendida a la 1.37 de la madrugada de hoy. Felipe González, que fue sometido por el Gobierno a un agobiante examen como candidato a la Presidencia, no obtendrá los 176 votos necesarios. Sin embargo, el debate tampoco parece favorecer al actual presidente, a quien el líder de Coalición Democrática, Manuel Fraga, pidió que plantease la cuestión de confianza. El peso del debate, por parte gubernamental, lo llevaron Fernando Abril y el secretario general del partido, Rafael Calvo. Intervinieron asimismo seis ministros. Felipe González superó en solitario la prueba. En el tono general del debate, el PSOE se esforzó en capitalizar las abstenciones anunciadas por las minorías como contrarias al Gobierno, y UCD resaltó el apoyo comunista a la moción de censura.
Suárez hizo uso de la palabra brevemente, para afirmar que el candidato a la Presidencia había demostrado la carencia de programa.Manuel Fraga aprovechó su comparecencia para justificar la abstención de su grupo en las insuficiencias del Gobierno de UCD y del programa presentado por el candidato del PSOE, y realizó después una oferta pública a UCD para constituir una «mayoría natural», capaz de dar lugar a un Gobierno fuerte. «Tenemos equipos preparados, votos sólidos y ofrecemos un programa para ensanchar una base seria y realista de gobierno», dijo. Aseguró que su grupo está en un 80% con el programa de UCD, y en desacuerdo con el 20%, que, «por querer asumir una falsa socialdemocracia, ha embarcado a UCD en una inoportuna reforma fiscal». Apenas tomó en consideración el programa expuesto por Felipe González, en base a sus pactos con los comunistas, la actitud en la enseñanza, los «planteamientos colectivistas» en banca, la debilidad de su política exterior y otras cuestiones.
Santiago Carrillo, secretario general del PCE, explicó el apoyo de su grupo a la moción de censura en base a que «este Gobierno ha fracasado y es un obstáculo para la construcción del nuevo orden democrático». Asimismo, dijo que sin las clases trabajadoras no será posible el asentamiento de la democracia, y añadió: «Es necesario un Gobierno que sepa que el problema número uno es el paro, cuestión alarmante, que de seguir creciendo no será soportada por la democracia».
Alejandro Rojas Marcos, por el grupo andalucista, justificó la postura abstencionista de su grupo en que dice «sí a la censura de Suárez y no a la investidura de Felipe González». El discurso de este último fue considerado por Rojas como «Insípido y neocapitalista», no muy diferente al programa de UCD. Asimismo afirmó no haber oído nada que reconozca la nacionalidad andaluza.
Miguel Roca, portavoz de la Minoría Catalana, no expresó con claridad la posición de su grupo, y, por el contrario, dio lectura a una declaración de principios, según la cual su grupo no renuncia a una política de Estado, no observa una oposición sistemática, se muestra defensor entusiasta del Estado de las autonomías y considera necesario crear un clima de confianza y expectativa positiva, haciendo que el ciudadano se sienta gobernado.
Además de los pronunciamientos de distintos grupos parlamentarios, varios miembros del Gobierno criticaron el programa de gobierno presentado por Felipe González el día anterior. El vicepresidente Abril aseguró que el problema de los socialistas es que nunca hacen cuentas a la hora de hacer sus propuestas. «Todos estamos de acuerdo en las peticiones realizadas, cómo no vamos a estar de acuerdo en mejorar el nivel de vida de los españoles, pero hay que decir cómo se llevan a la práctica. El Gobierno reconoce que se va a bajar la cobertura del desempleo, pero también dice que hay que combatir el fraude en el seguro, porque ese fraude mina el empleo y, por tanto, es reaccionario».
El ministro de Comercio, Luis Gámir, tuvo una larga intervención, de carácter técnico, sobre los aspectos criticables del programa económico del PSOE, al que consideró diletante. Por su parte, el ministro de Administracíón Territorial, José Pedro Pérez-Llorca, censuró el proyecto autonómico del candidato a presidente, Felipe González, aplicándole una de las más frecuentes críticas socialistas a UCD: «Le falta una concepción global, un hilo conductor». Afirmó que en el programa socialista hay al menos siete grupos distintos de comunidades autónomas, lo cual «no es un mapa autonómico, sino una excursión por la geografía de España sin una idea general del problema».
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