La Copa de Europa cumple sus bodas de plata
La idea de la creación de una Copa de Europa de clubes surgió en el prestigioso diario deportivo parisiense LEquipe, cuyo director, Gabriel Hanot, citó, en la capital francesa a los campeones de Liga de varios países europeos. Bernabéu acudió, como presidente del Madrid, que gracias al refuerzo de Di Stéfano había ganado las Ligas 1953-1954 y 1954-1955, después de dieciocho años sin hacerlo. Algunos países (Inglaterra entre ellos) rehusaron la invitación, y en la primera edición se inscribieron dieciséis equipos. El éxito de esa primera edición hizo que la idea prendiera rápidamente, y para la segunda ya se inscribió el Manchester United, campeón inglés. La entrada de los ingleses fue como un respaldo a la competición, si bien lo cierto es que tardaron años en conseguir el primer título. Desde entonces, la Copa de Europa de campeones de Liga ha mantenido su prestigio y es el trofeo de clubes más ambicionado por todos. A su sombra surgieron la Recopa y la Copa de Ferias (hoy de la UEFA), y la iniciativa sirvió para que se intensificaran los encuentros internacionales de clubes, que hoy constituyen invariablemente el aspecto más atrayente de la temporada para los aficionados de todo el continente.1956: Madrid, 4; Stade Reims, 3, en París. Final emocionante, en la que el Madrid fue por detrás en el marcador, con 2-0 y 3-2, pero al final consiguió remontar. Goles de Di Stéfano, Marquitos y dos de Rial para el Madrid, y de Leblond, Tempin e Hidalgo para el Stade Reims. El mayor mérito del Madrid fue mantener la serenidad, pese a que a los diez minutos ya ganaban los franceses por dos a cero. El Madrid formó así: Alonso; Atienza, Marquitos, Lesmes; Muñoz, Zárraga; Joseíto, Marsal, Di Stéfano, Rial y Gento.
1957: Madrid, 2; Fiorentina, 0, en Madrid. Estaba previsto que la final se jugara cada año en el campo del campeón anterior, pero, a la vista de la repetición del Madrid, se alteró esta norma para lo sucesivo. Encuentro defensivo, empate a cero en el descanso y goles de Di Stéfano, de penalti, y Gento, el de éste espectacular, en la segunda mitad. Por el Madrid jugaron Alonso; Torres, Marquitos, Lesmes; Muñoz, Zárraga; Kopa, Mateos, Di Stéfano, Rial y Gento.
1958: Madrid, 3; Milán, 2, en Bruselas. Fue para muchos la final de más calidad de todas las jugadas hasta el momento. El Milán se adelantó dos veces, con goles de Schiaffino y Grillo, y el Madrid igualó con Di Stéfano y Rial. En la prórroga, gol de Gento, que valió un nuevo título. Jugaron: Alonso; Atienza, Santamaría, Lesmes; Santisteban, Zárraga; Kopa, Joseíto, Di Stéfano, Rial y Gento.
1959: Madrid, 2; Stade Reims, 0, en Stuttgart. Otra vez el Stade Reims, aunque ahora con Kopa en las filas del Madrid, si bien se lesionó y el Madrid jugó con diez hombres útiles gran parte del partido, pues entonces no se admitían cambios. Goles de Mateos y Di Stéfano, al comienzo de cada parte. Mateosfalló un penalti. Jugaron: Domínguez; Marquitos, Santamaría, Zárraga; Santisteban, Ruiz; Kopa, Mateos, Di Stéfano, Rial y Gento.
1960: Madrid, 7; Eintracht Franefort, 3, en Glasgow. Gran exhibición del Madrid, en la cima de su gloria. Tres goles de Di Stéfano y cuatro de Puskas (uno de ellos, de penalti) hundieron al Eintracht, que se adelantó en el marcador con un gol de Kress y marcó sus otros dos, por medio de Stein, cuando el partido ya estaba decidido. El Madrid alineó a Domínguez; Marquitos, Santamaría, Pachín; Vidal, Zárraga; Canario, Del Sol, Di Stéfano, Puskas y Gento.
1961: Benfica, 3; Barcelona, 2, en Berna. El Barcelona, que había eliminado de forma polémica al Madrid en cuartos, se enfrentó al joven equipo portugués, en cuya delantera formaba Eusebio. Mala suerte del Barcelona en este partido, en el que le falló el veterano Ramallets y estrelló dos balones en los palos. Marcaron Aguas (dos) y Coluna para el Benfica, y, Kocsis y Czibor para el Barcelona, que formó con Ramallets; Foncho, Garay, Gracia; Vergés, Gensana; Kubala, Kocsis, Evaristo, Suárez y Czibor.
1962: Benfica, 5; Madrid, 3, en Amsterdam. Falló el Madrid en esta final, a pesar de que marcó dos goles por delante, En el descanso ganaba tres a dos, con tres tantos de Puskas contra uno de Aguas y otro de Cavem. En la segunda mitad igualó Coluna, y después dos sensacionales disparos, desde fuera del área, de Eusebio, sorprendieron a Araquistáin. El Madrid alineó a Araquistáin; Casado, Santamaría, Miera; Felo, Pachín; Tejada, Del Sol, Di Stéfano, Puskas y Gento.
1963: Milán, 2; Benfica, 1, en Londres. Primera final que se disputa en el histórico Wtmbley. Fútbol de calidad y duelo entre dos grandes goleadores. Eusebio adelanta al Benfica en el primer tieropo, pero el brasileño Altafini
marca los dos tantos del Milán en el segundo y proclama cámpeón a su equipo.
1964: Inter, 3; Madrid, 1, en Viena. Otra vez el Madrid en la final, ahora contra el Inter de HH. Este partido será el último de Di Stéfano en el Madrid y marcará el final de la etapa gloriosa del Madrid. Dos goles de Mazzola y uno de Milani, contra el marcado por Felo, a la salida de un córner. El Madrid alineó a Vicente; Isidro, Santamaría, Pachín; Muller, Zoco; Amancio, Felo, Di Stéfano, Puskas y Gento.
1965: Inter, 1; Benfica, 0, en Milán. Bajo una fuerte lluvia y en su propio campo, el Inter repite título en una final ganada sin brillantez, gracias a un gol de Jair poco antes del descanso. Buen partido del Benfica, que tuvo que jugar bastantes minutos sin su portero, Costa Pereira, lesionado, cuya plaza fue ocupada por el defensa central, Germano.
1966: Madrid, 2; Partizán, 1, en Bruselas. Un Madrid renovado, el Madrid ye-ye, vuelve a la final de la Copa de Europa. Al descanso se llega sin goles y en el segundo tiempo Vasovic adelanta al Partizán, pero Amancio, en jugada individual, y Serena, en sorprendente disparo desde larga distancia, dieron la vuelta al marcador. Era la octava final y el sexto título para Gento. El Madrid formó con Araquistáin; Pachín, De Felipe, Sanchís; Pirri, Zoco; Serena, Amancio, Grosso, Velázquez y Gento.
1967: Celtic, 2; Inter, 1, en Lisboa. Fue una final bien acogida por los partidarios del fútbol de ataque, porque la insistente ofensiva del Celtic resultó espectacular. El Inter, que jugó sin Luis Suárez, por lesión, marcó de penalti a los ocho minutos y se pasó el resto del partido encerrado en su área. El «fútbol fuerza» del Celtic consiguió al final su premio en la segunda parte, con goles de Gemmel y Chalmers, éste a cinco minutos del final.
1968: Manchester United, 4; Benfica, 1, en Londres. Vuelve la final a Wembley y vuelve el Berifica a la final, aunque con algunas de sus figuras ya envejecidas. Marcaron Boby Charlton y Graja, y el empate dio paso a la prórroga, en la que Best, Kidd y, de nuevo, Boby Charlton marcaron para hacer al Manchester campeón.
1969: Milán, 4; Ajax, 1, en Madrid. Segunda final en el Bernabéu. Un Ajax que anuncia el surgimiento del fútbol holandés se enfrenta al Milán, más hecho y con el genial Rivera como líder. Gana cómodamente el Milán, en un partido de extraordinaria calidad, con tres goles de Prati y uno de Sormani; el del Ajax lo marca Vasovic (ex jugador del Partizán y autor del gol en la final de este equipo contra el Madrid), de penalti. Cruyff, con diecinueve años, llevaba ya dos como titular indiscutible en el Ajax.
1970: Feyenoord, 2; Celtic de Glasgow, 1, en Milán. Final fuerte y espectacular, en la que hubo necesidad de prórroga. Para el Celtic marcó el alto lateral Gernmel, de durísimo disparo, y para el Feyenoord, el líbero Israel, un jugador extraordinario. En la prórroga, gol de Kindvall, con lo que el Feyenoord inicia la serie de triunfos holandeses.
1971: Ajax, 2; Panathinaikos, 0, en Londres. Puskas se apuntó un gran éxito al colocar al campeón griego, al que entrenaba, en la final. Pero en ésta el Ajax fue superior y ganó merecidamente, con goles de Van Dijk y Kapsis, éste en propia meta. Neeskens aún no estaba asentado como titular y Cruyff ya era considerado el mejor jugador de Europa del momento.
1972: Ajax, 2; Inter, 0, en Rotterdam. Otra vez el Inter a la final. Permanecen varios de los jugadores de su mejor época (Burgnich, Facchetti, Jair, Bedin, Mazzola...), pero es claramente inferior al Ajax, que gana con goles de Cruyff y Haari.
1973: Ajax, 1; Juventus, 0, en Belgrado. El Ajax, en plena racha imparable, se apunta el tercer título. Tras batir en semifinales al Madrid, derrota en la final a la Juventus con un solitario gol de Rep.
1974: Bayern, 1; Atlético, 1. Bayern, 4; Atlético, 0, en Bruselas. El Ajax cayó sorprendentemente en octavos ante el CSKA de Sofía. Llegan a la final el Bayern de Munich de los Maier, Beekenbauer, Breitner, Hoenes y Muller y el Atlético. La final termina sin goles, y en la segunda parte de la prórroga Luis marca al lanzar un libre directo. Cuando el partido está a punto de acabar y el Atlético ya acaricia el título, el central Schwarzenbeck, con un disparo desde treinta metros, sorprende a Reina y empata. Dos días después, en el desempate, el Atlético es incapaz de sobreponerse a la decepción y es goleado, con dos tantos de Hoeness y otros dos de Muller. Por el Atlético jugaron Reina; Melo, Eusebio, Heredia, Capón; Adelardo (Benegas), Luis, Alberto (Ufarte), Salcedo, Gárate y Bezerra.
1975: Bayern, 2; Leeds, 0, en París. Final fuerte, bronca y áspera entre dos equipos duros. El Leeds hizo un gran esfuerzo, pero esa capacidad del Bayern para decidir en momentos vitales le valió el título. Roth y Muller marcaron los goles.
1976: Bayern, 1; Saint Etienne, 0, en Glasgow. El Saint Etienne, revelación europea de la temporada, no tuvo suerte. Maier se alió con los palos y el excelente juego ofensivo de los franceses no tuvo premio. Un gol de Roth, a la salida de una falta, decidió la final. En los últimos minutos compareció sobre el campo el jovencísimo Rochetau, que, pese a sus extraordinarias jugadas, no pudo marcar.
1977: Liverpool, 3; Borussia Moenchengladbach, 1, en Roma. El duelo Keegan-Vogts prendió la atención de los espectadores. Ganó Keegan, y puede decirse que gracias a ello ganó el Liverpool, con goles de McDermott, Smith y Neal, éste al transformar un penalti cometido por Vogls sobre Keegan. El gol del Borussia lo marcó Simonsen. También jugaban en aquel Borussia Stielike y Bonhof.
1978: Liverpool, 1; Brujas, 0, en Londres. Otra vez Wembley como escenario y nuevo título del Liverpool, con un solitario gol de Dalglish, escocés fichado para sustituir a Keegan, que ya entonces era jugador del Hamburgo.
1979. Nottingham, 1; Malmoe, 0, en Munich. Final sin ninguna calidad, sin lugar a dudas la de menor valor disputada hasta el momento. El Malmoe, un flojo equipo, se coló inesperadamente en ella, y el Nottingham tampoco estuvo bien. El gol de Francis fue lo único a recordar en un feísimo partido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.