No dejó que se llevaran su coche
María Teresa Sánchez había ido ayer por la tarde ala Gran Vía a hacer unas gestiones y dejó el coche -mal aparcado, eso sí- en la calle del Clavel. Cuando fue a recogerlo, la grúa empezaba a cargarlo. Ni corta ni perezosa, decidió impedirlo: se subió al capó y de allí no hubo quien la bajara, aunque un policía la arañó al intentarlo. El revuelo que se formó y la resistencia de María Teresa contribuyeron para volver a dejar el coche sobre el asfalto.
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