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El Valencia, campeón de la Recopa por penaltis

ENVIADO ESPECIAL, Carlos Santiago Pereira, guardameta del Valencia Club de Fútbol, consiguió la primera Recopa que la entidad de la ciudad del Turia ha conquistado. El penalti número doce, que podía ser decisivo, lanzado por el extremo izquierda Rix, fue detenido por el meta valencianista, y así pudo concluir el encuentro más largo de la historia de estas finales, puesto que por primera vez se resolvió con el lanzamiento de penaltis.El Valencia, que no hizo un encuentro acorde con lo que hasta el momento presente había mostrado en el campeonato europeo, tuvo que llegar a la tanda definitiva de perialties para alcanzar un triunfo que en otras circunstancias hubiera alcanzado con menos angustia. El Valencia es superior al Arsenal, pero anoche, en el estadio Heysel, de Bruselas, no lo evidenció de una manera rotunda.

El primer tiempo fue de escasísima calidad. El Valencia no consiguió imponer su juego y el Arsenal apretó en los últimos minutos, por medio de rápidos contraataques. El Valencia desde su parcela salió con cierta lentitud y ello posibilitó una defensiva inglesa bien ordenada.

El Valencia, en este período, únicamente tuvo dos buenas ocasiones de gol. La primera, en el Minuto cinco, la falló Saura, y la segunda, dos minutos más tarde, no pudo culminarla Kempes, porque su remate logró enviarlo a córner Jennings. En las prostimerías de esta parte hubo una salida rápida desde atrás de Arias, pero con todas las ventajas a su favor, en lugar de profundizar para que Pablo se marchase, centró lateralmente y toda la ventaja quedó anulada.

El Valencia no acabó de acoplar su centro de campo, porque los marcajes fallaron. Brady, el cerebro del Arsenal, tuvo, en principio, a Bonhof tras él, y pudo desplazarse sin grandes inconvenientes. Posteriormente, Subirats se encargó de esta misión y Solsona y Bonhof se emparejaron con Price y Talbot.

El Arsenal dejó por delante como únicos atacantes a Sunderland y Stapleton. Del primero se encargó Botubot, y del segundo, Tendillo. La defensa valencianista se mantuvo firme mientras se tuvo que dedicar a sus pares. Los apuros serios se produjeron cuando hubo ataques en tromba. En esos momentos, los centrocampistas británicos llegaron sueltos frente al área de Pereira e incluso los laterales acudieron a reforzar el ataque sin que sus teóricos marcadores en esas circunstancias, Pablo y Saura, les persiguieran eficazmente.

El ritmo de la primera parte tiró a tedioso y apuntó un desenlace por penalties. La capacidad ofensiva del Valencia, diezmada por la escasa participación de Bonhof y el perfecto marcaje de O'Leary a Kempes quedó muy reducida. La del Arsenal no fue superior, pero en algunos momentos lo pareció, porque lo hizo con más efectivos.

El segundo tiempo tuvo más vibración, pero ninguna de las ocasiones de marcar fue aprovechada. El Arsenal, tuvo dos jugadas clave. En la primera, a los 65 minutos, Brady se deshizo de Solsona y Subirats, que le salieron al paso, y tiró a gol; Pereira despejó a córner. La segunda, en el minuto 77, la protagonizó Rix, que lanzó un pase muy fuerte para que Young rematara con gran potencia; Pereira, en un alarde de reflejos, despejó como pudo. Para el Valencia no hubo más ocasión clara que la de Bonhof, en el minuto 69, cuando Solsona le adelantó un balón por la banda izquierda; Bonhof llegó hasta el área chica, pero Jennings, bien colocado, evitó el gol. En la prórroga, sólo en el minuto cinco de la primera, hubo ocasión de marcar, pero no la aprovechó Solsona.

La prórroga no tuvo otro interés que la emoción propia de las circunstancias. Ambos equipos intentaron el gol salvador, pero no lograron crear la jugada clara que posibilitara la resolución del encuentro.

Durante muchos minutos, el encuentro recordó a los torneos veraniegos. Arsenal y Valencia no hicieron el encuentro que una final europea merece.

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