El ayuntamiento define las expropiaciones urbanísticas pendientes de ejecución
La Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid ha elaborado un estudio que va a permitir conocer inmediatamente todos los expedientes de expropiación que dependen, directa o indirectamente, de organismos municipales.
Con la culminación de este trabajo, que se enmarca en la línea de los estudios sobre el urbanismo madrileño iniciada con la terminación del Siplam -síntesis de planeamiento-, se da fin a una larga época en la que conocer exactamente qué expropiaciones estaban en marcha y qué fin concreto tenían, constituía una labor prácticamente inútil, por su dificultad, y calificada jocosamente como de arqueología urbanística.Las expropiaciones que quedan pendientes por parte del ayuntamiento, bien sea por actuaciones directas suyas, bien en colaboración con otros organismos, se encuadran en cuatro grupos concretos: las de la Gerencia Municipal de Urbanismo, con varios destinos -ampliación o construcción de parques, ampliación o creación de nuevas vías de circulación, adquisición de suelo para la construcción de viviendas sociales, etcétera-; el Plan de Saneamiento Integral -PSI-; el convenio entre, el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo y el ayuntamiento, para la ejecución de parte de la red arterial, y la adquisición de parte del anillo verde previsto en el plan general de 1963, con destino a las dotaciones de equipamiento de los barrios de la periferia madrileña.
Los expedientes
El total de expedientes expropiatorios abiertos por las dependencias municipales es, según el estudio ahora concluido, de 132. Sin embargo, una buena parte de ellos habrá de desaparecer, ya que, por una indudable falta de coordinación entre los distintos servicios, se da la circunstancia de que hay expedientes duplicados y, por ejemplo, la adquisición de un mismo terreno fue propuesta en su día para la construcción de un colector que, después, ha sido integrado en el PSI.La gerencia, una vez establecidas las expropiaciones que faltan por ejecutar, pretende clarificar ahora las disponibilidades económicas que las harán posible, una vez determinadas las superficies concretas pendientes de expropiación y el justiprecio que pudiera alcanzarse.
El dinero con que habrían de pagarse esas expropiaciones habría de incluirse en créditos presupuestarios a efectuar en los próximos años, bien sea por la vía del presupuesto especial de la gerencia, bien por aportaciones excepcionales. También será estudiada la posibilidad de obtener determinados recursos a base de disponer de parte del patrimonio municipal de suelo, que actualmente está siendo clasificado.
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