Homosexualidad y tapujo
Curiosamente, frente a la normalidad vigente, el señor Villena propone, en su artículo aparecido en EL PAIS del día 7 de mayo, otra en la que, so capa de no ser ya necesarias las perversiones mayúsculas, éstas quedan excluidas. La solución, como todas las que echan mano de un supuesto talismán del futuro, se parece sospechosamente a la que Gramma recordaba hace poco a los «antisociales» cubanos: en la sociedad perfecta nadie tiene derecho a aspirar a la infelicidad.Y esto lo pone Villena nada menos que bajo la advocación de Walt Whitman, que, en su día y mentirosamente, negó a Symonds sus aficiones de todos bien sabidas. ¿Qué nos propone Villena mientras su solución al «falso problema» de la homosexualidad llega? Al parecer, el tapujo./
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