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La oposicion insiste en que se televise en directo el debate político del día 13

La Junta de Portavoces del Congreso acordó ayer, a propuesta del representante del Gobierno, José Pedro Pérez-Llorca, ministro de la Presidencia, que el debate político que tendrá lugar el próximo día 13 en el Pleno de la Cámara se regule por la vía del artículo 143 del reglamento, es decir, como desarrollo de una comunicación del Gobierno, en la que se excluye la posibilidad de plantear un voto de censura. Socialistas y comunistas insistieron en la necesidad de que el debate se televise en directo, al menos en lo fundamental, mientras que representantes de UCD hablaban de las dificultades técnicas de este propósito.

El artículo 143 fue objeto, en diciembre de 1977, de una norma que desarrollaba su aplicación concreta. De acuerdo con ella, la comunicación previa del Gobierno -que deberá entrar en el Congreso 48 horas antes de comenzar la sesión- será objeto de ampliación por parte del presidente del Gobierno o del ministro que se designe. En este caso se da por supuesto que será Adolfo Suárez quien inicie la intervención y fije la postura del Gabinete. Después, cada grupo parlamentario dispondrá de veinte minutos, para formular sus posiciones, plantear preguntas o pedir aclaraciones. A continuación es el ministro -según la norma reglamentaria- quien contesta, aunque la Junta acordó que hubiese libertad para que pudieran intervenir Suárez y otros ministros. La norma citada permite responder a las cuestiones formuladas «aislada, conjuntamente o agrupadas por razón de la materia». De nuevo cada grupo dispondrá de diez minutos para replicar y, a partir de ahí, en el plazo de media hora pueden presentarse propuestas de resolución. Ca da una puede defenderse con turnos a favor y en contra de diez minutos y, finalmente, se votan las propuestas como resoluciones de la Cámara. Con independencia de las cuestiones formales, que no parecen haber suscitado mayores problemas en la reunión de la Junta, el objetivo prioritario de la oposición es que el debate tenga la, máxima difusión posible y para ello se intenta que se televise prácticamente en su integridad. El tema plantea problemas técnicos -es previsible que el debate se prolongue dos o tres días y, sobre todo, supone planteamientos políticos muy distintos. Para la oposición se trata de una ocasión especialmente útil para plantear ante todo el país su posición frente al Gobierno y tratar de desgastarlo; el Gobierno, en cambio, intentará evitar que trascienda una sensación de derrota, de precariedad. En definitiva, la Junta acordó que la Mesa del Congreso le proponga la fórmula concreta para televisar el debate.

Por parte de los socialistas, Alfonso Guerra mantuvo que su postura era ofrecer en directo y en su integridad las primeras intervenciones, gubernamentales y de la oposición, y un resumen, controlado por la Mesa del Congreso, respecto de las réplicas y dúplicas que se produzcan.

En cuanto al contenido se da por supuesto que el desarrollo constitucional, la situación económica, el orden público y el terrorismo y las cuestiones autonómicas estarán presentes en el debate. En este sentido se sabe que UCD de Galicia trata de conseguir que el presidente se defina para esta región por la vía prevista en la Constitución, que equipara su autonomía a la del País Vasco y Cataluña.

Peticiones gallegas

En la última reunión celebrada por el comité regional de los centristas gallegos se decidió pedir al presidente Suárez que haga una declaración expresa en el sentido de que la autonomía gallega no puede tener otro tratamiento que el previsto en la disposición transitoria segunda de la Constitución, es decir, su reconocimiento de nacionalidad histórica y la particular vía de acceso que, como tal, le corresponde, ante el temor de que a partir de ahora haya un trato general para los procesos autonómicos.

En cuanto al debate, otro factor que influirá en su desarrollo es el de la remodelación del Gobierno. El cambio de carteras en distintos departamentos puede servir, de hecho, como presentación de un «nuevo programa» que alivie la crítica sobre los comportamientos mantenidos hasta ahora.

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