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Televisión amenazó con aplicar el decreto de 1959

Televisión Española, la Federación Española de Fútbol y los clubes, por este orden, son los culpables de que el público se haya quedado, en la presente temporada, sin la retransmisión habitual de los partidos de fútbol de Liga y de los torneos internacionales. Televisión Española, como toda solución, en la mañana del miércoles amenazó al Valencia con la aplicación del decreto de 1959, que permite la presencia de las cámaras en aquellos acontecimientos considerados de interés público.El 21 de marzo, en la sede de la televisión suiza en Zurich, se celebró el sorteo de las semifinales de los torneos europeos. Desde aquel día se sabía que el miércoles 23 de abril habría partidos de vuelta. A Televisión no le interesaron los encuentros en su debido momento y aguardó a última hora para negociar la retransmisión.

El pasado día 9 el Madrid accedió a que el encuentro contra el Hamburgo fuera televisado cuando había anunciado que tal no sucedería. El Madrid cambió de opinión en perjuicio de quienes habían adquirido a altos precios las localidades. El anuncio de devolución del importe no pudo tener, por su inmediatez, los efectos de salvaguarda del buen hacer de la entidad.

Para los partidos de vuelta, Televisión puso su mayor énfasis, a última hora, en el encuentro Hamburgo-Real Madrid, a lo que se negó el Valencia, que iba a ser notablemente perjudicado. El Madrid nunca permitió que con un partido europeo en su terreno se transmitiese el disputado por otro club. Televisión deseaba el Hamburgo-Madrid porque le resultaba casi gratis, al ser devolución del favor prestado a la televisión alemana en el partido de ida.

Televisión Española mantiene un largo contencioso con la federación de fútbol a causa de los encuentros de liga e internacionales. La suspensión de encuentros dominicales fue absurdamente aprobada en la asamblea nacional a la que previamente había preparado Pablo Porta, de acuerdo con el presidente del Barcelona, José Luis Núñez.

El miércoles por la mañana, Luis Ezcurra, subdirector general de Televisión, amenazó al Valencia con la aplicación del decreto de 1959. Este extremo, manifestado por el gerente de la entidad valenciana, no pudo ser constatada porque Luis Ezcurra se encontraba fuera de Madrid, según manifestaron en su despacho. El Valencia se negó a la transmisión porque entendía que no podía defraudar a aquellos espectadores que habían adquirido sus localidades a sabiendas de que no habría televisión.

El Valencia sí autorizó, de acuerdo con sus derechos, a que su encuentro o el del Madrid fuera emitido en diferido a partir de las once de la noche. El encuentro de Mestalla fue visto en Francia. La televisión gala abonó al Valencia tres millones de pesetas. Eduardo Autrán, subdirector de retransmisiones, había sugerido al Valencia que solicitara, como pago, entre 200.000 y 250.000 pesetas. Eduardo Autrán tampoco pudo confirmar este sabio consejo ayer, porque, según manifestaron en su secretaría, por las tardes no va a Prado del Rey.

Desde el 21 de marzo, Televisión tuvo tiempo sobrado para negociar estos encuentros con la Federación y los clubes afectados. El cambio de fechas para no hacerlos incompatibles hubiera sido posible.

El egoísmo y la mala fe han privado a los aficionados españoles de los encuentros más importantes de la temporada. Televisión, que tanto interés mostró el miércoles por la mañana en televisar los partidos -por presiones superiores y no por propia voluntad, tenía en Prado del Rey las grabaciones completas de los dos. En el último telediario se limitó a ofrecer una fotografía de agencia.

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