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Reportaje:

La falta de chutadores es la deficiencia más seria del fútbol español

La falta de chutadores desde fuera del área es la más importante deficiencia del fútbol español respecto al del resto de Europa, según criterio de varios personajes del fútbol consultados por EL PAIS. La inhibición de los jugadores, la falta de entrenamiento en el disparo a puerta y la falta de un entrenamiento físico específico que favorezca la potencia de disparo aparecen como las causas de esta deficiencia.

Cada vez que un equipo español -sea club o selección- se enfrenta con algún otro europeo, se advierte una terrible diferencia entre la potencia de tiro de los rivales y la de los españoles. Las imágenes de fútbol internacional que de cuando en cuando ofrece Televisión en programas deportivos lo corroboran. Resulta impresionante ver la frecuencia con que en Alemania, Holanda, Inglaterra u otros países se consiguen goles desde distancias de treinta o más metros. Ese tipo de goles son poco menos que desconocidos en España.

Boskov: problema de inhibición

Para Vujadin Boskov, que antes de llegar a España entrenó en Holanda y en Yugoslavia, la falta de disparo pone en inferioridad a los equipos españoles, sin la menor duda: «Eso es algo que trato de combatir en el Madrid a base de entrenamiento. No hay costumbre de arriesgar la posesión del balón en el disparo a puerta, porque el miedo al fallo pesa más que la posibilidad de gol. Si no se tira en los partidos ni se ensaya en los entrenamientos no se puede ser chutador. Y muchos de los goles que se consiguen en los torneos europeos llegan en disparos desde larga distancia. La portería es grande, y un disparo suficientemente colocado y duro no lo para un gran guardameta aunque lo vea venir desde treinta metros. Y muchas veces le puede sorprender tapado, o puede rebotar el balón en un defensa y descolocarle».

Alvarez del Villar: entrenamiento específico

Carlos Alvarez del Villar, preparador físico del Rayo, coincide en la impresión de Boskov de que el fútbol español está en inferioridad por la carencia de chutadores: «Pero eso se puede mejorar con el entrenamiento, y no es ningún secreto. Sólo hace falta que los entrenadores se preocupen. En principio tiene ventaja el jugador de pierna larga, por un simple principio de palanca. Pero la potencia de cualquiera se puede mejorar. Basta con aumentar la fuerza del extensor, el cuádriceps, que es el músculo que ocupa la parte delantera del muslo; es el mismo músculo que fortalecen los saltadores de longitud; hace falta alternar los ejercicios de fuerza con los de elasticidad, porque, si no, el músculo es fuerte, pero no rápido, y el disparo no mejora. Y hace falta también realizar ejercicios de elongación del músculo antagonista, el bíceps femoral, el de la parte de atrás del muslo, porque si no, la potencia del cuádriceps produciría desgarros en él. No hay ningún secreto. Basta con tomar el trabajo en serio, pero no siempre se puede, por la mentalidad de los entrenadores.»

Bonhof: 127 kilómetros por hora

En España juegan tres hombres procedentes del Borussia: Bonhof, Simonsen y Stielikie. Bonhof es un chutador privilegiado. En la RFA se midió la velocidad de salida del balón de su pie y resultó ser de 127 kilómetros por hora. Lo bastante para aterrar a muchos porteros y para doblar las manos de alguno. Para Helenio Herrera, un hombre de larga experiencia en el fútbol, es el chutador más potente de hoy y quizá de todos los tiempos, sólo comparable al extremo brasileño Pepe, que hizo ala con Pelé. Simonsen tiene un físico pequeño (1,64 metros y 54 kilos de peso), pero su potencia de tiro está por encima de la media española: «Cuando llegué a España me sorprendió lo poco que se cultiva eso. En el Borussia hacíamos trabajo con pesas y tirábamos mucho a puerta». Con Helenio Herrera, el Barcelona vuelve a cuidar el tiro a puerta, como lo cuida el Madrid. Para Stielike tampoco cabe duda de que en España se tira poco: «Yo creo que la potencia de tiro es innata en el jugador, pero hay que practicar mucho para mejorar la colocación. Sólo si sabes que tiras colocado te atreves a chutar. Y también hace falta que el rival te lo permita, claro. Yo sigo pensando en el disparo como antes, en el Borussia, pero quizá lo practique menos, no sé. Tengo que vigilar eso». Para Stielike, sólo un hombre tiene un disparo comparable a Bonhof: Scotta.

Scotta: habilidad natural

Héctor Horacio Scotta es argentino y juega en el Sevilla. Se formó como jugador en el Unión de Santa Fe -donde coincidió con Zuviria y Roberto- y se consagró en el San Lorenzo de Almagro, equipo en el que tuvo como compañeros a D'Alessandro, Rezza, Doria, Ayala y Heredia: «Para mí es una habilidad natural. Yo no sé por qué tengo esa potencia de disparo, pero lo cierto es que la tengo casi desde que empecé a jugar de muchacho. Yo pienso que es una potencia natural, además de habilidad para meterle el pie al balón en la posición más correcta. También es preciso asentarse bien en la otra pierna. Yo creo que he llegado a jugador gracias a esa potencia, pero no tengo idea de cuál es la velocidad de salida del balón cuando disparo. Sólo sé que, en los entrenamientos del Sevilla, Miguel Muñoz se las ve y se las desea para que haya compañeros que formen barrera en las faltas, porque nadie quiere. En Argentina no había nadie que me igualase. Pero en Brasil hay muy buenos chutadores».

Tanco: cada vez menos

Tanco, defensa central del Rayo, es, junto con Guisasola, el jugador español de disparo más potente. Los «tancazos» son tan violentos quizá como los «scottazos»: «Creo que nunca se ha preocupado nadie de mejorar mi disparo, ni el de ningún compañero. En el Rayo hacemos una preparación física bastante completa en la Casa de Campo, pero no hacemos ejercicios específicos para mejorar esa potencia. Recuerdo que cuando era juvenil, en el Español, hicieron una prueba para ver quién disparaba más duro. Se trataba de chutar desde una puerta y medir la distancia a que caía el balón. Yo gané; creo que mi disparo llegó a más de ochenta metros, pero no me acuerdo. Lástima que aquí no se valore más la potencia de disparo, porque eso nos pone en inferioridad con el resto de los países europeos. En el Rayo, cuando ensayamos disparos a puerta, te toca tirar una vez cada diez minutos ».

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