Varios detenidos en una manifestación tras el entierro del cenetista muerto de una puñalada
Varios jóvenes de la CNT fueron detenidos en el curso de una manifestación no autorizada que se celebró ayer en la plaza de Tirso de Molina y sus alrededores, en protesta por el asesinato de un joven anarquista llevada a cabo por un grupo de supuestos ultraderechistas. Previamente, a las 13.30, el cadáver de Jorge Caballero Sánchez, de veintiún años, administrativo de la empresa Agromán y afiliado a la CNT, había sido inhumado en el cementerio de Carabanchel.
Jorge Caballero había sido apuñalado en la noche del 28 de marzo pasado, cuando en compañía de su novia salía del cine Azul, situado en la Gran Vía (véase EL PAÍS de ayer), al parecer sin que mediasen palabras entre la víctima y sus agresores. El joyero falleció el pasado domingo en el Clínico.El cuerpo del joven salió ayer del Instituto Anatómico Forense, de la calle de Santa Isabel, poco después de las 3 horas, acompañado de sus familiares y un grupo de jóvenes, en su mayoría militantes de CNT.
Fuentes próximas a las familias de Jorge Caballero Sánchez y de su novia, que le acompañaba en el momento de la agresión han confirmado que aquél estaba, efectivamente, afiliado a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), pero matizaron que «no era lo que se entiende por un militante activo; pertenecía a la CNT como otros trabajadores pertenecen a Comisiones Obreras o a la UGT».
Estas mismas fuentes aclararon que Jorge llevaba, en lugar visible, una insignia anarquista que le habían regalado, no un emblema de la empresa constructora Agromán, en la que trabajaba como administrativo.».
Ayer, EL PAÍS pudo recabar algunos datos que permiten fijarlo con más exactitud. A las 10.15 de la noche del día 28 de marzo, Jorge Caballero Sánchez y su novia salían del cine Azul, situado en la Gran Vía, donde acababan de asistir a la proyección de la película La naranja mecánica.
Los hechos se desarrollaron de modo súbito, precisamente cuando Jorge y su novia llegaban a la acera. En ese momento, entre seis y diez jóvenes se acercaron a ellos «como si quisieran preguntar algo».
Tenían casi todos la cara aniñada, el pelo más bien corto y vestían con alguna elegancia. No exhibían distintivos políticos, ni hicieron inicialmente exclamaciones que pudieran calificarse como próximas a ningún partido político. Jorge vestía chaqueta y pantalón deportivos y una camisa blanca, y llevaba el emblema anarquista en la solapa: una «A» mayúscula sobre fondo negro.
La acción posterior fue rapidísima: la novia de Jorge acierta a calcular que se desarrolló en unos pocos segundos. El grupo se les acercó inmediatamente. Uno de sus componentes señaló la insignia y dijo algo así cómo: «Mira qué adorno más bonito llevas aquí». En seguida le asestaron un golpe en un ojo y le gritaron: «Anarquista de la mierda». Casi simultáneamente, uno de ellos esgrimió una navaja e hizo ademán de atacar. La novia de Jorge se volvió a toda velocidad a pedir ayuda al cine.
Cuando volvió al exterior, los agresores corrían hacia la plaza de España, y Jorge yacía sobre la acera. Los dos acompañantes de la novia de Jorge que habían accedido a prestar ayuda, trasladaron al herido hasta el vestíbulo de la sala, desde donde marcaron el 091. La policía tardó unos pocos segundos en llegar. «Comentaron que habían tardado muy poco porque estaban precisamente hacia la plaza de España».
Para ganar tiempo, transportaron a Jorge hacia el Hospital Clínico en el coche-patrulla. «Tenía una herida de arma blanca que lesionaba el hígado, el diafragma y la pleura».
Fue internado en una unidad de vigilancia intensiva y nunca perdió el conocimiento. Su estado era grave, pero en los días siguientes pareció mejorar. «Ello determinó que le cambiaran de sección, aunque luego tuvieron que volver a internarle en la UVI a toda prisa». El jueves de la semana pasada se agravó aún más su estado, al parecer a consecuencia de una hemorragia. Murió el domingo, a las cuatro de la tarde.
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