El presupuesto municipal será aprobado el viernes con el voto en contra de UCD
El grupo de concejales de Unión de Centro Democrático (UCD), votará en contra del proyecto de los presupuestos municipales ordinarios para 1980, que se someterá al pleno extraordinario que se celebrará el viernes. La decisión del partido centrista fue tomada a la salida de la última reunión de la comisión informativa de presupuestos que se celebró ayer en la Casa de la Villa y en el curso de la cuál la coalición mayoritaria PSOE-PCE rechazó una enmienda a la totalidad del proyecto formulada por UCD.
Dicha enmienda, como se explica más adelante, se basa en que, según los concejales centristas, en la elaboración del proyecto el equipo municipal de Gobierno ha incumplido, al menos, cinco preceptos legales. En la citada comisión, cuya celebración es preceptiva para la reunión del pleno municipal, socialistas y comunistas admitieron más de dos terceras partes de las enmiendas parciales igualmente presentadas por UCD y que se referían, en su ,mayoría, a duplicidades en las partidas presupuestarias y a la no justificación de determinados gastos. Una de estas enmiendas, concretamente la relativa al presupuesto de la delegación de acción vecinal -un total de 85 millones-, había sido ganada por UCD el pasado viernes, toda vez que los concejales socialistas con derecho a voto no se encontraban presentes en el momento de la votación.No obstante, a pesar de haber sido admitidas la mayoría de sus enmiendas parciales, UCD adoptó la decisión de votar en contra. Pese a ello, los presupuestos serán aprobados con seguridad, debido a la amplia mayoría de que disfruta la coalición PSOE-PCE, ya que no es necesaria la mayoría cualificada de dos tercios. El proyecto de los presupuestos asciende a una cifra total de 36.750 millones, de los que 20.257 están destinados a gastos de personal.
Aun cuando las reuniones de la comisión de presupuestos se celebran, inexplicablemente, a puerta cerrada, EL PAIS ha podido saber que, según UCD, los cinco preceptos incumplidos por el PSOE-PCE a la hora de elaborar el proyecto del gasto público para 1980 son los siguientes: decreto 11 / 1979, de 20 de julio, que afirma que en la elaboración del presupuesto ordinario deben de estar incluidas las partidas asignadas a la Gerencia Municipal de Urbanismo y los presupuestos extraordinarios de servicios; el artículo 42 de la ley Especial de Madrid, que en dos apartados se refiere a que antes de la elaboración del presupuesto es preceptivo el conocimiento del plan general de actuación municipal (según UCD, ese plan no existe); el artículo 83 de la misma ley, que indica que deben presentarse conjuntamente los presupuestos especiales (EMT, empresa mixta de servicios funerarios, etcétera), y el artículo 82, también de la ley Especial de Madrid, que señala que los presupuestos ordinario y extraordinario de la Corporación deben guardar alguna relación con la política general del Estado.
Frente a estos criterios de UCD, los expuestos por el equipo de Gobierno, y, en concreto, por la concejalía de Hacienda, es que, teniendo en cuenta que por razones legales el presupuesto de gastos ha de ser igual que el de ingresos, el capítulo de inversiones no permite asignar la partida de gastos de Gerencia de Urbanismo ni de la Empresa Municipal de Transportes (EMT). Solamente los gastos de personal y material diversos acaparan el 85% del presupuesto, siendo la carga financiera un 9%. «En esas condiciones», afirmó Joaquín Leguina, concejal de Hacienda, en repetidas ocasiones, «es necesario arbitrar un presupuesto extraordinario de alrededor de 7.000 millones para asignar la partida legalmente establecida para urbanismo (un 10%deltotal, es decir, 3.670 millones) y destinar el resto a engrosar el capítulo de inversiones, que sólo alcanza la cifra de 1.131 millones.»
En cuanto al presupuesto de la EMT, que en 1979 alcanzó un déficit de casi 4.000 millones de pesetas, la posición del equipo municipal de izquierdas es que debe de ser el Estado, conjuntamente con los ayuntamientos que también forman parte del Estado, los que arbitren las medidas oportunas para hacer frente al transporte público, «y más», siempre según Leguina, «cuando el Metro va a pasar en breve a manos del municipio».
Estos argumentos, de un lado y de otro, consumieron ayer la mayor parte del tiempo empleado en la comisión de presupuestos. El pleno extraordinario dedicado al estudio de los presupuestos municipales está convocado, en principio, para el próximo viernes, día 28, fecha en la que se celebrará igualmente el pleno ordinario correspondiente al mes de marzo. También se celebrará la habitual reunión de los viernes de la comisión permanente del Ayuntamiento. Inicialmente, el pleno extraordinario de los presupuestos estuvo convocado para el pasado viernes, día 21, pero hubo de aplazarse por no haberse celebrado la reunión de la comisión de presupuestos.
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