La Real, en el mejor momento de su historia
El Madrid y la Real se ventilan esta noche, ante la televisión, dos puntos de enorme importancia para el título. El equipo donostiarra llega a este partido en el mejor momento de su historia, con su once de gala, empatado a puntos con el Madrid -aunque con ventaja en el cociente de goles, lo que le hace líder- y con una tremenda solidez defensiva como mejor arma. En la jornada veinticinco, nadie ha sido aún capaz de ganar a los donostiarras. El Madrid, con la única baja de su lateral derecho San José, respecto a su equipo ideal y con las fuerzas renovadas tras eliminar al Celtic, tratará de imponer la lógica histórica.
La Real nunca estuvo como ahora. Ocupó el cuarto puesto en la primera temporada de Liga, la 1928-1929, y fue tercera dos años después, pero desde entonces jamás alcanzó las alturas de los que disputan el título. Ni siquiera fue capaz de mantenerse siempre en Primera, y en los años cuarenta y sesenta sufrió exilios más o menos largos en Segunda División. En el ranking de los históricos en la Primera División figura en el octavo lugar, con 36 temporadas en esa categoría, por detrás de Madrid, Barcelona, Athlétic -que han estado en ella 49, es decir, todas-, Español (47), Valencia (46), Atlético (44) y Sevilla (39).Sin embargo, en los últimos años ha progresado de forma continua. Su política de invertir en la cantera y de sólo utilizar jugadores formados en Guipúzcoa -formados, hay que insistir, aunque hayan nacido fuera de Euskadi- le ha dado resultados. De ser «equipo revelación» en las últimas temporadas -volvió a ser cuarto el año pasado- ha pasado a aspirante muy serio al título. Se presenta en el Bernabéu como líder, a nueve jornadas del final, sin haber perdido ningún partido y con un número de goles encajados realmente bajo: trece, la mitad que el Madrid, que es el segundo equipo menos goleado. Su fuerza está precisamente fuera, donde sólo ha encajado seis goles, cuatro de ellos de penalti, en un total de trece salidas de las que ganó cinco y empató ocho.
La fuerza de la Real está, pues en su capacidad defensiva. El mérito se lo reparten el meta Arconada, un gran portero en extraordinario estado de forma, y la capacidad de sus defensas en la lucha hombre a hombre. El amontonamiento de hombres atrás no es exagerado para lo que ahora se estila. No esjusto hablar de una Real cerrojera, como la de los tiempos de Benito Díaz. La Real no hace el cerrojo con más hombres que otros equipos, sino mejor. Gajate es un buen líbero, y sus marcadores Celayeta, Kortabarría y Olaizola no pasan apuros ante ninguno de los delanteros de la Liga española. Por delante de ellos, Alonso es una primera barrera -aunque en casa esjugador más ofensivo que fuera- y Diego y Zamora también trabajan para contener. Este último y López Ufarte -un excelente jugador, que merece más atención por parte del seleccionador- son los lanzadores de los contraataques. Arriba quedan Satrústegui e Idígoras, rápidos y luchadores. La Real no marca goles con la facilidad con que lo hace el Madrid -lleva 37, dieciséis menos que su rival de hoy-, pero tampoco es despreciable su capacidad ofensiva, pues aparte del Madrid sólo tres equipos le superan en goles.
El Madrid, como siempre
Enfrente, el Madrid está en su papel. Ha ganado el título diecinueve veces, ha sido segundo otras nueve, y tercero, cuatro. Ésta noche luchará por unos puntos que tienen valor doble ante un equipo que le goleó en la primera vuelta. Boskov no cuenta con su lateral derecho titular, San José -operado ayer, tardará más de dos meses en volver al equipo-, ni con los dos primeros repuestos para esa demarcación: García Navajas, que se recupera aún de una lesión, y Sabido, baja el miércoles ante el Celtic. La plaza será para Isidro, a no ser que se decida por la solución audaz de colocar en ese puesto a Angel y dar entrada en la media a García Hernández. El Madrid depende para su rendim lento ofensivo -el que hoy más interesa- de dos jugadores irregulares, Juanito y Cunningham. El resto del equipo ofrece garantías.
Se televisa el partido porque así fue acordado al principio de la temporada, antes de que el Madrid pudiera prever la gran marcha de la Real. Los seis millones que paga Televisión no compensarán, ni muchísimos menos, al Madrid, de la pérdida de la taquilla. Pese a que los precios son bajos para lo usual en fútbol -doscientas lo más barato, ochocientas lo más caro-, se habían vendido ayer pocas entradas. El aficionado sólo se animará si mejora mucho el tiempo. Arbitra García Carrión, un hombre que trata de evitar problemas, y contra el que no tiene nada ninguno de los dos equipos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.